El
‘Vatileaks’ podría servir de cortina de humo, de pantalla de ruido que
ciertos fabricantes de desinformación desean para construir un muro de
descrédito en torno a este Papa
Los
fabricantes de desinformación, que existen, saben que hay algo mucho
mejor que conseguir que la gente crea las intoxicaciones informativas
que ellos inventan con medias verdades: es conseguir que la audiencia
acepte como buena la interpretación de la situación que se deduce de
esos datos. Y estos desinformadores, que existen y actúan, saben que hay
dos armas para instrumentalizar los medios en beneficio propio: los rumores y las filtraciones. El caso conocido como Vatileaks, o la filtración masiva de documentos confidenciales del Vaticano, es paradigmático de las dos cosas.
Los hechos
25 de enero de 2012: una emisión del programa Gli Intocabili,
hace pública una carta fechada el 7 de julio de 2011, escrita por el
entonces secretario general del Gobierno del Estado del Vaticano, Carlo Maria Viganò y dirigida a Benedicto XVI, en la que se denunciaban ciertas corruptelas en la gestión económica de la Santa Sede: aquí la media verdad. Su nombramiento como
nuncio en los Estados Unidos cabría interpretarlo como un castigo por
haber intentado hacer limpieza: aquí la desinformación completa.