La aceptación nos permite poner libremente nuestro granito de arena en todo cuanto nos ocurre, con optimismo, con alegría, sabiendo que si sucede es por algo que quizás no entendamos ahora, pero sí lo llegaremos a entender algún día.
La mayoría de las cosas importantes que pasan en nuestra vida no han sido decididas por nosotros mismos: nadie nos preguntó sobre nuestra propia existencia, sobre vivir en esta Tierra o en otro planeta, sobre nuestros padres y familiares, sobre nacer latino, negroamericano o asiático.