sábado, 20 de febrero de 2010
Padres exhaustos, hijos hiperprotegidos
El exceso de proteccionismo sobre los hijos está creando una generación de padres exhaustos que han de ingeniárselas para llegar a todo. Da la impresión de que educar bien a un hijo es llenar cada minuto de su tiempo libre.
Hace unos años, en las escuelas de Estados Unidos triunfó el concepto de los “padres helicóptero”, llamados así porque se lanzaban en picado al mínimo problema (cfr. Aceprensa, 29-03-2006). Bastaba que un chaval se presentara en casa con un suspenso imprevisto, un arañazo o una cara larga para que los padres aterrizasen en el colegio a pedir explicaciones. Pese a su buena voluntad, lo cierto es que los “padres helicóptero” llegaron a ser muy temidos por los docentes.
Contra el exceso de proteccionismo se han rebelado Gever Tulley y Julie Spigler, fundadores de Tinkering School. Se trata de una escuela de verano que pretende fomentar la creatividad de los chavales. Allí aprenden a hacer manualidades e inventos. También hay tiempo para realizar actividades de riesgo, supervisadas siempre por monitores.
Pese a las dificultades que han tenido para encontrar editor, Tulley y Spigler han recogido en un libro algunas de esas experiencias. Escrito con una buena dosis de provocación, Fifty Dangerous Things (you should let your children do) es una guía de juegos “peligrosos” que ofrecen alternativas de ocio a la televisión y los videojuegos.
En realidad, los juegos no son más peligrosos que aquellos a los que seguramente jugaron muchos de los padres de estos chavales: encender una hoguera con una lupa, trepar por un árbol, jugar al fútbol bajo una granizada, etc.
Para desdramatizar el asunto, los autores han optado por un estilo humorístico. Los títulos de los capítulos son deliberadamente provocativos: “Fabrica un explosivo”, “Súbete a un tejado”, “Aprende a jugar con fuego” (“eso sí, fuera de casa”, advierten)…
están solos en esta batalla”.
Juan Meseguer Velasco
ACEPRENSA
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