miércoles, 9 de noviembre de 2016

15 minutos para el otro



Para Sofía Gonzalo (Aleteia) la comunicación necesita un esfuerzo constante y un compromiso activo por parte de ambos: Hay que cultivar desde el primer día el hábito de hablar en pareja. Pero para que funcione y no se convierta en un “dialogo de sordos”, que empeore las cosas, estos consejos te pueden ayudar:

1        1  Fuera celulares, televisiones y cualquier posibilidad de distracción antes de empezar vuestra “reunión”. Nada es más importante en ese momento que una comunicación sin ruido. Mirándose a los ojos.

2        Fuera niños: Les queréis muchísimo, pero no deben interponerse entre vosotros. Es muy importante que vean que ese “es” el momento de papá y mamá.

3        Hablar no es “ver la tele juntos”. Muchas parejas dedican un momento del día a ver una serie o una película, pero en ese momento el protagonista es quien sale en pantalla, no la pareja.

4     Hablar del día a día: Empezar por recordar algo que nos ha pasado en el día, haciendo partícipe al otro de nuestra cotidianeidad. Cuanto más conozcamos el día a día de nuestra pareja, mejor sabremos porqué ha vuelto enfadado/a del trabajo o si ese proyecto que le trae de cabeza le está provocando que vuelva a casa tan irascible.

5         Atajar malentendidos: Es el mejor momento para intentar solucionar la tensión que estamos notando que ha aparecido entre nosotros. Para solucionarlo hay que poner en común lo que cada uno piensa, intentando comprender las motivaciones del otro. Sin espacio para ese intercambio cada uno se enroca en su posición.

6        Dar importancia a ese pequeño momento de encuentro: De novios intentábamos vernos en cualquier momento. Ahora que vivimos en la misma casa, ¿restamos importancia a poder estar un rato juntos diariamente? Un mensaje al celular en medio de la mañana para recordar a nuestra pareja que le veremos esta noche en “nuestro ratito” puede hacer saltar de nuevo la misma sensación que en nuestro noviazgo teníamos cuando nos llamaba o nos escribía.

7        Afrontar juntos la relación con la familia “del otro”: Esos ratos son idóneos para intentar buscar juntos una solución a los problemas que nos provocan las familias de uno y otro. No podemos quejarnos diariamente de un familiar si no hemos intentando a pequeños ratos buscar una solución a esa convivencia tan difícil con la ayuda de nuestra pareja.



8        Hablar de Dios: una buena conversación en el matrimonio debería acabar dirigiendo la mirada a Dios. Acostumbrarnos a ello hará que le situemos en el centro de nuestro matrimonio. Nada mejor para concluir que ponernos delante de una imagen de Cristo o de la Virgen que tengamos en casa y demos gracias en silencio el uno por el otro.

serpersona.info

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