Es imprescindible que por parte de familias, educadores y profesores se dé un esfuerzo de cara a la tutela de los derechos de los chicos
El web es sin duda una de los grandes inventos de las últimas décadas. Ha arraigado tanto en nuestras vidas cotidianas y en nuestros hábitos que hoy día hasta parece imposible prescindir de él.
No sólo en lo que atañe al entretenimiento, como la visión de películas en streaming o la escucha de música por una radio web, sino también en el ámbito profesional y social. Elucubrar sobre la importancia y la relevancia de estos aspectos resultaría superfluo, ya que basta pensar en nuestra experiencia personal para comprender los beneficios y el progreso que este nuevo medio de comunicación ha traído en nuestras vidas.
Como siempre, sin embargo, hace falta moderación y equilibrio para evitar los peligros que se celan detrás de un uso desmesurado o no apropiado, sobre todo cuando los usuarios son niños, solos y sin la supervisión de padres o educadores. Para entender si y en qué medida es viable una política de protección y filtro de cara a los peligros del web para nuestros chicos, hemos hablado con la ONG davide.it, una realidad italiana que lleva muchos años trabajando en este campo.
¿Cómo y por qué nace la Asociación Davite.it? ¿Cuáles son vuestros retos?
En 1997, uno entre los fundadores, Don Ilario Rolle, al abrir en la biblioteca del oratorio un espacio de acceso a Internet, se vio en la necesidad de proteger, de alguna forma, a los chicos de los contenidos perjudiciales que se hallan en la red en una cantidad realmente desmedida, contenidos que se presentan de modo invasivo y solapado.
Junto con un grupo de personas sensibles a estas problemáticas, Don Ilario creó una sociedad de servicios por Internet con el objetivo de responder a los nuevos retos educativos, proporcionándoles a los maestros, padres y chicos, herramientas y conocimientos útiles para usar de forma adecuada la information technology. La experiencia madurada a lo largo de estos años nos ha llevado a la elaboración de filtros para ayudar a padres y docentes en su tarea educativa.
Así fue como nació Davide, el primer servicio web filtrado activo en Italia. Un proyecto ético, único en el panorama italiano. Le dimos el nombre de un héroe pequeño y a la vez muy grande, valiente y que siempre atina: con su honda David derrumba al gigante Goliat que es la telaraña mundial de la pornografía.
Hoy en día Davide.it es una ONG que promueve todo tipo de tutela para los menores, con una atención particular hacia los sujetos más débiles, o en riesgo de abuso o violencia, en particular por lo que concierne el ámbito telemático.
La educación de los chicos, en particular los de primaria y de secundaria, al uso correcto y consciente de los medios de comunicación ya no puede ser considerado opcional. El último informe de la Aiart(véase artículo)de hecho, ha lanzado un grito de alerta sobre la internet-patía, un fenómeno emergente que tiene que ver con la dependencia de Internet, y que se caracteriza por estados de ansia y trastornos del comportamiento, y que está teniendo una fuerte difusión en particular entre los más jóvenes. ¿Cuáles son vuestras actividades formativas al respecto y cuáles iniciativas estáis tomando?
Desde hace años, la Asociación Davide.it promueve encuentros formativos dirigidos a chicos, padres y educadores, con el objetivo de estimular la toma de conciencia sobre el asunto central de la seguridad de los menores en la red.
A lo largo de los últimos años escolares, en el ámbito del proyecto europeo Safe Social Media para la reducción del impacto del consumo de contenidos violentos en las redes sociales, Davide.it ha organizado varios talleres formativos en más de 250 aulas en las escuelas de todo el país, alcanzando más de 6.000 personas entre jóvenes, padres y educadores. Los contenidos educativos han sido elaborados con el asesoramiento de profesores, pedagogos, psicólogos y expertos en nuevas tecnologías.
Entre los principales temas se han discutido: los riesgos relacionados con Internet y las nuevas tecnologías de comunicación; la navegación filtrada y estrategias de protección; el uso responsable de móviles, videojuegos y redes sociales.
Siempre estamos a disposición de las escuelas que solicitan nuestras conferencias; nos ajustamos a las líneas educativas ya trazadas en los colegios, o bien llevando a cabo intervenciones puntuales, de acuerdo con los profesores, orientadas en particular a niños del último de primaria y de primera de la secundaria, puesto que el acceso a la red resulta cada vez más precoz.
Desde luego, una formación dirigida exclusivamente a los chicos no es suficiente, sino que hace falta una actividad educativa constante, particularmente enfocada a la prevención, y que esté destinada también a los adultos. En este sentido, encuentros formativos en parroquias, bibliotecas y escuelas pueden resultar muy provechosos.
De hecho el trabajo en sinergia entre padres y profesores resulta fundamental. En efecto, poner filtros a la red sólo representa un primer paso: es necesario que se hagan esfuerzos para proteger la navegación, es menester que los padres y las instituciones promuevan el uso de filtros a las páginas Web.
Sin embargo, además de todo esto, creemos que los padres han de cumplir con una tarea mucho más difícil: no han de limitarse meramente a proteger a sus hijos del mal, sino han de procurar que en ellos se despierte el gusto y el deseo por el bien. La tarea del educador es la de fomentar en los jóvenes un uso inteligente de todas las posibilidades que brinda Internet, para que ellos se conviertan en actores de la comunicación, para que recojan y ordenen conocimientos y relaciones, para que comuniquen de forma democrática y creativa.
Para ello, la Asociación lleva años promoviendo campañas informativas sobre el uso consciente de Internet y la tutela de los derechos de los menores en la red, dirigidas a las familias y a los profesores; organiza congresos, jornadas de estudio y talleres, promueve publicaciones educativas y difunde boletines informativos por correo electrónico.
Además, mediante su página web procura brindar contenidos constantemente actualizados sobre todos los aspectos culturales y educativos que atañen a la red, y que constituye una herramienta de ayuda muy valiosa para todo educador que quiera encontrar algunos materiales para la formación.
Cada vez más los padres dejan a sus hijos solos delante de la televisión, las video consolas e Internet que, no cabe duda, representan “canguros” baratos. Sin embargo, una exposición prolongada, no protegida o filtrada a los medios de comunicación puede conllevar efectos colaterales indeseados para el crecimiento y el desarrollo de los chicos. Estamos de acuerdo con que hace falta, ante todo, una toma de conciencia del problema por parte de los padres. Pero existen también algunos expedientes o soluciones prácticas, tal vez como los sistemas para programar y limitar los horarios de consumo de Internet, por ejemplo. ¿Algún consejo?
Con el nuevo sistema de filtro Davide.it Casa Protegida, por fin pueden gestionarse los horarios de acceso a Internet, pues los padres pueden poner limitaciones ya que los chicos a menudo se sirven de las wifi domésticas para conectarse a través de sus smartphone también por la noche. Gracias a la posibilidad de acceso a Internet mediante dispositivos cada vez más “móviles”, y no sólo a través de los ordenadores tradicionales sino también con los tablet y los smartphone, el tiempo que pasan en la red se está convirtiendo en un problema real. El uso del ordenador por parte de los adolescentes no debería superar el límite de una hora por día. La experiencia nos dice que los adolescentes pasan medianamente entre dos y cinco horas al día conectados con el móvil u otros dispositivos.
Además de los recursos técnicos de prevención, es preciso cuidar también el aspecto educativo. En cuanto asociación hemos difundido algunas herramientas muy útiles, que pueden hallarse en nuestra página web: un decálogo de consejos para un buen uso de Internet y de las nuevas tecnologías que, entre sus puntos salientes, afirma: «Junto con vuestros hijos, estableced cuánto tiempo pueden estar navegando y, sobre todo, no consideréis el ordenador como un subrogado de una canguro». Además, Cuentas claras para el uso del móvil, es una especie de código de comportamiento aceptado y compartido entre padres e hijos que puede brindar ideas muy válidas para regular el uso del este dispositivo.
Sin duda, Internet ha sido uno de los grandes inventos tecnológicos en los últimos años. Las comodidades y los beneficios que ha comportado son enormes, tanto en el trabajo como en la vida cotidiana. Pero, como siempre pasa cuando no usamos algo de sentido común, pueden surgir riesgos en particular para los sujetos más débiles como los chicos. ¿Cuáles pueden ser estos peligros? ¿Y cuál tiene que ser el papel de los padres?
En buena medida, lo que se encuentra en la red es basura y, como hay realmente de todo, Internet puede convertirse en un laberinto de trampas: pornografía, violencia, satanismo, páginas que incitan a las transgresiones alimenticias y al juego de apuestas.
Algunas investigaciones demuestran que, en general, padres e hijos conocen los peligros pero que a menudo los infravaloraran, y los datos de percepción del riesgo preocupan.
Además del acceso a contenidos indecorosos o no idóneos, otros riesgos tienen que ver con la posibilidad de entrar en contacto con desconocidos, mediante el uso de chat no vigiladas o de las redes sociales. Otras situaciones desagradables atañen al robo de identidad, que puede desembocar en las acciones negativas más diversas, entre las cuales los actos de ciberacoso. Por este motivo, es desaconsejable proporcionar demasiadas informaciones personales, en particular en las redes sociales. Nunca se sabe en manos de quién pueden caer nuestros datos personales y qué tipo de uso puede hacerse de ellos.
Es imprescindible que por parte de familias, educadores y profesores se dé un esfuerzo de cara a la tutela de los derechos de los chicos dándoles la seguridad de un filtro realmente eficaz y no represivo.
Además, un consejo que podemos darles a los padres, y que también aparece entre los puntos de nuestro decálogo, es el siguiente: «Fomentad un diálogo sincero con vuestros hijos en lo que concierne Internet, investigad cuáles son sus intereses y las páginas que visitan más a menudo. La mejor protección consiste en tener buenas relaciones en seno a la familia».
¿Existe en Italia, así como en el resto de los países del mundo, una legislación en defensa del acceso y de la protección de la navegación por parte de los menores? ¿Se está moviendo algo a nivel público, aunque sea sólo en términos de promoción de una cultura de prevención y de alerta acerca de los peligros, o en cambio se deja todo a la iniciativa de los padres y de las asociaciones familiares?
El Código de autoreglamentación “Internet@minori”, en cuya redacción ha participadoDavide.it, ya ha sido aprobado en noviembre de 2013. Aspira a luchar contra las insidias de la red para los más pequeños y promueve un uso correcto de los recursos brindados por las nuevas tecnologías de la sociedad de la información.
Estar protegidos también en Internet es un derecho que tiene el menor: el derecho a un desarrollo equilibrado, en efecto, está reconocido por el ordenamiento jurídico nacional e internacional en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño. Adoptada en Nueva York por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y ratificada según la ley núm. 176 del 27 de mayo de 1991, esta convención les impone a todos los sujetos públicos y privados, así como a las familias, colaborar para que se den las condiciones necesarias para que los menores puedan vivir una vida autónoma en la sociedad, en el espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad, solidaridad, a la vez que prohíbe someterlos a cualquier forma de violencia, abuso mental y explotación.
A nivel práctico, sin embargo, estas declaraciones no bastan. A lo largo de los años, distintos actores han promocionado iniciativas de tutela y sensibilización −recordemos las campañas del Ministerio de Comunicación, de la policía postal, de empresas proveedoras de servicios de conexión− pero la mayoría de las veces son proyectos-flash que duran sólo poco tiempo y no mantienen la continuidad necesaria para que la acción resulte realmente eficaz.
Hace falta mucha más información, y la educación hacia un uso responsable de Internet y de los nuevos medios de comunicación representa todavía un asunto muy poco presente en las programaciones de las escuelas, y a menudo se deja a la iniciativa aislada de algún profesor más sensible al tema, o a la merced de los padres de buena voluntad.
Fabrizio Piciarelli, en familyandmedia.eu.
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