viernes, 22 de enero de 2016

Palabras vs. Silencio


Leemos en Aleteia las diferencias entre el cerebro del hombre y el de la mujer:

La vía más efectiva para que una mujer resuelva un conflicto es hablando. Por eso es que sale a tomar café horas con una amiga, o puede contarle la misma historia varias veces a distintas personas, o puede estar sin despegarse del teléfono o del chat un tiempo infinito, algo que los hombres normalmente hacen sólo para llegar a acuerdos concretos. Mientras la mujer habla, va categorizando los problemas, los va acomodando y van surgiendo las soluciones.
El hombre, en cambio, sólo habla cuando ya resolvió el conflicto, cuando ya sabe si tuvo éxito o no. Por eso no debe sorprender que el hombre, cuando está en un momento de alto estrés por algún problema, pueda responder “nada” cuándo se le pregunta qué le pasa. Tener claro este punto es muy importante en una relación de pareja porque a las mujeres, al no tener capacidad para delegar y sentirse imprescindibles, les cuesta mucho no sentirse heridas o arbitrariamente excluidas de la vida de su pareja cuando no les cuentan qué está pasando ni consideran su opinión en el proceso de resolución de los conflictos. Pero no es así. Es mejor no seguir insistiendo y esperar a que el hombre esté dispuesto a hablar.
Un punto importante: la mujer quiere ser acogida cuando habla de sus problemas y no busca escuchar soluciones. Si consideramos que el hombre es objetivo y más directo en la resolución de conflictos, las probabilidades de que se quede callado sin dar la gran respuesta, es casi nula. Y ahí puede empezar un conflicto. Los hombres deben entender que si una mujer tiene un problema, busca compañía y comprensión; no la soledad como lo harían ellos en una circunstancia similar, ni mucho menos que les resuelvan el problema. Si, por casualidad, el hombre olvidó este pequeño detalle y se le “escapó” la solución, un buen consejo es salir corriendo.

serpersona.info

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