jueves, 5 de diciembre de 2013

Nace un «think tank» de intelectuales españoles y americanos para la evangelización de la cultura



Con más de 16.000 suscriptores repartidos por todo el mundo, la revista cultural católica El Pensador acaba de publicar un libro (De Buena Tinta-Stella Maris) donde se recopilan los artículos de su primer año, escritos por 68 profesores universitarios de distintos países y sobre las más variadas temáticas. 

No contentos con ello, los promotores de El Pensador explican a ReL que están formando un think tank que incluye a intelectuales de España y América, comprometidos a desarrollar un trabajo colectivo para ayudar a la reevangelización de la cultura

Hablamos con Enrique Elías, presidente de El Pensador y vocal del Consejo Pontificio para los Laicos.

-Hace un año ustedes lanzaron la revista El Pensador, como una oferta cultural católica que ofrecen gratuitamente a todos los que quieran suscribirse, ¿qué valoración hace de este primer aniversario?
-Los seis números de El Pensador que han visto la luz han reunido artículos de 68 profesores universitarios e intelectuales católicos, provenientes de distintos países, de diferentes universidades y de varios movimientos eclesiales. En este sentido, es un producto que se ha definido por su calidad, por su variedad y por su pluralidad. 

»Hemos pasado de poco menos de 900 suscriptores al comienzo a más de 16.000 en diciembre. Un crecimiento espectacular que nos coloca como una de las revistas culturales católicas más importantes de habla hispana

»En no pocas ocasiones hemos conseguido que otros medios hablen de nuestros contenidos.La entrevista que tuvimos en exclusiva con Lech Walesa, por ejemplo, ha sido reproducida por más de 70 periódicos en todo el mundo. Así que estamos satisfechos, pero seguimos siendo exigentes de cara al futuro. Hay que mantener el nivel y hay que seguir incrementando los suscriptores para que podamos hablar de un proyecto consolidado a largo plazo.

-¿Qué es y qué pretende la revista El Pensador?
-El Pensador es una revista que aborda el campo de la fe, la ciencia y la razón. Pero nuestro objetivo va mucho más allá: queremos promover que los intelectuales católicos actuen coordinados, actúen como grupo, para ofrecer la visión cristiana de la vida en una sociedad como la actual, dominada por el materialismo. Esto se ve muy bien en cada número de nuestra revista, por los muchos temas que se tratan en ella y por el alto nivel y número de profesores e intelectuales que escriben en ella. 

»Queremos que nuestros lectores puedan enriquecerse culturalmente, formarse con criterio, para abordar los exigentes retos de la evangelización de hoy día en un mundo tecnificado e ilustrado pero que ha dado la espalda a Dios y, con ello, a la esperanza, a la fe y a la caridad, que son la única atalaya desde donde se puede ser feliz.

-Ahora lanzan ustedes un libro en el que se recopilan todos los artículos de la revista El Pensador durante el año 2013. ¿Por qué?
-Podría parecer que no tiene mucho sentido publicar un libro con artículos que ya han sido distribuidos, y además gratuitamente. Pero pensamos que hay mucha gente que quiere tenerlo en soporte papel, para poder trabajar sobre él o simplemente para coleccionarlo año a año. Es un libro que, por la cantidad de temas que trata y por las firmas que colaboran, vale la pena tener. 

»Creo que es un libro muy recomendable porque trata desde arte hasta economía, pasando por ciencia, teología, historia, filosofía, literatura, cine... O temas como "San Francisco visto por los franciscanos", el laicismo o la destrucción ideológica de la familia. Es un libro necesario para quien quiera profundizar en la relación entre la fe, la razón y la ciencia.

-Antes usted decía que El Pensador es más que una revista. ¿Qué quiere decir con eso?
--Así es. Le voy a dar una noticia: en enero, El Pensador va a hacer público el nacimiento de un think tank, que se llamará Instituto Valores para el Futuro, en el que van a participar muchos profesores universitarios e intelectuales de España y América, que ya se han comprometido o se están compromentido. Entre ellos, Manuel Alfonseca, Diego Poole, Javier Barraca, Josep Miró, Carlos Marmelada, José Luis González Quirós, Francisco Soler Gil o Fernando Fernández, el presidente de Aedos. 

»El Instituto Valores para el Futuro es un esfuerzo serio, riguroso, yo creo que único en la medida en que es internacional e independiente, para que las batallas individuales que dan estos intelectuales sean colectivas

»Es algo que mucha gente echaba en falta: hacer equipo, unificar, coordinar, colaborar, para que el esfuerzo individual llegue más lejos y, al hacerse colectivo, pueda de verdad incidir en los debates sociales con la idea de recuperar las raices cristianas de nuestra sociedad. Un paso adelante será tratar de incorporar al Instituto a diversas universidades católicas de España y América.

-¿A qué se dedicará ese think tank?
-Desde un primer momento va a tener un objetivo muy preciso: unir y promover a los intelectuales católicos, y hacer que sus trabajos, sus ideas, sus pensamientos, lleguen al máximo de gente posible para desde ahí ayudar a evangelizar la sociedad contemporánea. Para ello vamos a realizar estudios sobre temas de actualidad candente, a publicar libros de estos autores, a facilitarles la colaboración dando a conocer los trabajos en los que cada uno de ellos está involucrado a día de hoy, etc.

-¿Cuál es el pulso de la evangelización en el ámbito cultural que usted observa en la actualidad?
-El contexto de la cultura relativista y nihilista sigue siendo el mismo, pero con una tendencia cada vez más acentuada a no soportar de buena gana y con “tolerancia” a quienes considera antagonistas. 

»La matriz totalitaria y por momentos muy agresiva del relativismo militantese hace evidente, especialmente en los temas sociales que impone como el aborto, las manipulaciones embrionales y la promocion del lobby gay y su agenda.

»Sin embargo, creo que el gran tema cultural que subyace a las nuevas generaciones hoy es la búsqueda del sentido, hay un hambre profundo de respuestas y de verdades que den fundamento a la existencia.

»En este terreno la Nueva Evangelizacion tiene una oportunidad maravillosa, y coincide con una nueva generacion de católicos presentes activamente en la cultura, a través de los nuevos medios. Se multiplican los blogs, las paginas web, y tantos otros medios. Hay una generacion de discipulos del Señor a la búsqueda de formación y con un sano dinamismo que brota de la fe a hacerse presentse, a evangelizar. Creo que El Pensadorresponde a estas circunstancias de manera adecuada.

-Usted pertenece al Consejo Pontifico para los Laicos. ¿Cómo está la realidad de los laicos en la Iglesia católica?
-La realidad de los laicos hoy es activa, presente. Los últimos sumos pontífices han impulsado intensamente la vocación y misión del laico. Y creo que el surgimiento de decenas de movimientos y asociaciones de laicos, tanto regionales como internacionales son la prueba.

»Sin embargo el reto nos supera abundantemente. Las necesidades y sobre todo el ámbito propio de los laicos es todo aquello que abarca la “índole secular” de su vocación, es decir toda la realidad familiar, económica, social, política, cultural, el mundo del trabajo etc.
Creo que todos somos conscientes que falta mucho para lograr que esta realidad refleje el Amor del Señor Resucitado, su Reconciliación, su Justicia y Santidad. 

»Es necesario que el camino de autoconsciencia del laicado contemporáneo continúe, y que nos lleve a una nueva etapa luminosa de apostolado en lo cultural y social, de valiente presencia en el mundo de hoy, en todos los ámbitos de la vida humana. Debemos mostrar que el Señor de la historia es Jesucristo viviendo una humanidad creíble en el amor que practicamos, y guiados por este amor en la manera como cambiamos el mundo en que vivimos.

-¿Cree que el estilo directo y llano del nuevo pontificado ayudará a aumentar las conversiones?
-Estoy convencido de ello. Ya se percibe una nueva actitud, y el Papa logra en casi todas sus homilías, discursos y palabras en general llegar a las personas.
Tiene un estilo que hace difícil evadir la pregunta personal, cuestionarse, preguntarse si estamos viviendo bien o mal, si somos realmente felices o no. Me parece una aplicación pastoral fascinante del discernimiento ignaciano, que lleva a la persona a descubrir en las reacciones interiores del alma las consecuencias de su estilo de vida.

»Nada es neutral en nuestro modo de vivir, y las buenas decisiones, las opciones por el bien necesariamente llevan a una serenidad interior, a una paz que nos guía hacia la verdad. En ultima instancia nos llevan al Señor Jesús en un camino libre y seguro, aunque no exento de sacrificios y dificultades.

»Creo que la gente está percibiendo esta fuerza del Papa, esta propuesta fuerte y profunda, y puede crear las condiciones para un momento histórico, un periodo de conversiones. Comenzando donde más parecen necesitarse, dentro de la misma Iglesia, entre los bautizados alejados, quienes no han vivido ni viven aún la vida de la fe en sus enormes riquezas y posibilidades espirituales y evangelizadoras, entre los mismos católicos más activos, entre los mismos sacerdotes y obispos. Todos estamos sintiendo con fuerza la necesidad de conversión cuando oímos hablar a este sucesor de Pedro.

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religión en libertad

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