lunes, 21 de julio de 2014

Verdades innegociables

 
 ¿De dónde le vino a Abraham Lincoln la autoridad para decir que el derecho a elegir tener esclavos es inmoral? Al fin y al cabo, las leyes del país lo permitían. ¿Y de dónde le vino a Martin Luther King la autoridad para liderar un movimiento que reclamaba nuevos derechos civiles para los negros? 
   Al fin y al cabo, la segregación era legal. ¿Y de dónde le vino a Naciones Unidas la autoridad moral para pedir el reconocimiento de unos derechos humanos en una declaración internacional, a pesar de que algunos Estados miembros los estaban vulnerando?
   Sheila Liaugminas response a estas questiones en su reciente libro, Non-Negotiable: Essential Principle of a Just Society (Ignatius Press, San Francisco, 2014), según recoge MercatorNet De los primeros principios que están enraizados en la naturaleza humana y que, a través de la razón, permiten descubrir una serie de derechos que son intrínsecos a toda persona pues derivan de la dignidad humana.
 A finales de 2009 unos 150 líderes religiosos de las principales confesiones cristianas de EE.UU. presentaron laDeclaración de Manhattan para explicar que hay un núcleo de principios intocables que están por encima de la división izquierda-derecha. El manifiesto proclama como “verdades innegociables” –no solo como convicciones de los creyentes– la sacralidad de la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural; el reconocimiento del matrimonio como unión entre hombre y mujer; y los derechos de conciencia y de libertad religiosa.
Vicente Huerta
serpersona.info

No hay comentarios:

Publicar un comentario