lunes, 14 de septiembre de 2015

Primeros auxilios emocionales


Algunas personas creen que basta esperar para que las heridas psicológicas se curen solas. Si ya pasaste por una situación de rechazo, o sufriste a causa de un fracaso, sábete que las heridas emocionales pueden ser tan paralizantes como un dolor físico. A continuación enumeramos algunas formas de los primeros auxilios emocionales elaboradas por el psicólogo Guy Winch.

1. Presta atención al dolor emocional
Reconocer cuándo sucede ayuda a aliviar el dolor antes de que los sentimientos malos abarquen todo. La sensación de dolor es la forma que nuestro cuerpo usa para avisarnos que algo está mal y que necesitamos atender, eso también sucede cuando el dolor es emocional. Cuando la persona no supera un rechazo o un fracaso, significa que ha sufrido un daño psicológico que debe tratarse.
2. Redireccionar la reacción visceral en el momento de la anomalía
La naturaleza de las heridas psicológicas hacen que prioricemos ciertos aspectos. Una anomalía nos puede llevar a intentar arreglar lo que no puede ser reparado, en vez de concentrarnos en lo que sí se puede. Esa tendencia hace que la persona se concentre en el error y entre en un ciclo repetitivo.
Para acabar con este tipo de espiral emocional debemos aprender a ignorar las reacciones “viscerales” posteriores a la anomalía (desamparo, desmoralización, etc.) y hacer una lista de algunos factores que puedes controlar para “intentar nuevamente”.
3. Supervisar y proteger la autoestima cuando la autocompasión es necesaria
La autoestima es como un sistema inmunológico emocional que amortigua el dolor emocional y fortalece la capacidad de recuperación. Por eso es importante cuidar la autoestima, principalmente cuando la persona está sufriendo.
Una manera de “curar” la autoestima herida es practicando la autocompasión. Cuando surgen sentimientos de autocrítica, haz el siguiente ejercicio: imagina que un amigo querido está enojado consigo mismo por razones semejantes a las tuyas, escríbele un mensaje expresando empatía y apoyo. Después lee el mensaje y usa esas palabras para ti mismo.
4. Interrumpe los pensamientos negativos con distracciones positivas
Cuando los acontecimientos dolorosos se repiten y no se busca una nueva perspectiva o solución, en realidad estás incubando el problema, especialmente cuando se trata de un dolor psicológico más profundo. La mejor manera de interrumpir la rumia es distrayéndose con actividades que exigen concentración. Estudios muestran que sólo dos minutos de distracción ya reducen bastante la concentración de los pensamientos negativos.
5. Encontrar un significado en la pérdida
Las pérdidas forman parte de la vida. Causan heridas emocionales y dejan cicatrices que pueden impedirnos de seguir adelante si no son tratadas. Si ya pasaste tiempo suficiente sin superar una pérdida, más aún estás luchando para seguir adelante, entonces necesitas cambiar tu forma de lidiar con el problema.

serpersona.info

No hay comentarios:

Publicar un comentario