"Asomaba el otro día -comenta acertadamente el analista Juan Manuel de Prada- una noticia sobre el desmantelamiento de una red (¡otra más!) de pornografía infantil que intercambiaba a través del guasá imágenes en las que niños de muy corta edad, casi bebés, son sometidos a abusos y torturas aberrantes.
Pero todo freno policial, por eficaz y disuasorio que sea, se revela inútil si no lo precede un freno moral: las sociedades sanas robustecen los frenos morales que inhiben las conductas criminales; las sociedades podridas debilitan tales frenos morales y, una vez que todos los demonios del crimen han sido liberados, se dedican a perseguirlos.
Resulta muy sintomático que aceptemos con naturalidad, por ejemplo, que en Estados Unidos se perpetran matanzas porque allí las armas se han convertido en una mercancía que cualquiera puede adquirir fácilmente; y que, en cambio, rechacemos que en nuestra época abundan los degenerados sexuales porque padecemos una invasión de sensualismo y pornografía accesible a golpe de tecla o de pantalla táctil.
No olvidemos que el presidente del Partido Popular europeo ha proclamado con orgullo que el acceso libre a la pornografía es uno de los mayores logros de la Unión Europea".
serpersona.info
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