
   «En  la línea del horizonte, hijos míos, parecen unirse el cielo y la  tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es en vuestros corazones,  cuando vivís santamente la vida ordinaria...»
      “Vida cotidiana y santidad en la enseñanza de san Josemaría” es el título del libro de E. Burkhart y J. López en la que exponen teológicamente, de modo sistemático, el conjunto del mensaje de san Josemaría acerca de la santificación del trabajo profesional y de la vida cotidiana.
       De esta obra acaba de aparecer el segundo volumen que trata de la filiación divina, la libertad y las virtudes cristianas en la enseñanza del fundador del Opus Dei.
      El primer volumen  fue publicado hace seis meses y ha visto ya dos ediciones. Se abre con  una Parte preliminar que ambienta al lector en los precedentes  históricos y en el contexto cultural y teológico del mensaje de san  Josemaría: un mensaje cuya novedad es la de ofrecer una espiritualidad  laical y secular que hunde sus raíces en la tradición de la Iglesia. 
    Después  de estos preliminares, los autores pasan a la Primera parte de la  exposición sistemática, centrada en el tema de la finalidad última de la  vida cristiana. San Josemaría la expresaba con las siguientes palabras:  «Hemos de dar gloria a Dios (…); y por eso queremos que Cristo reine  (…); y exigencia de su gloria y de su reinado es que todos, con Pedro,  vayan a Jesús por María». 
     Dar  gloria a Dios procurando ser contemplativos en medio del mundo; buscar  que Cristo reine, poniéndole en la entraña del trabajo profesional y de  todas las actividades humanas; y cooperar con el Espíritu Santo en la  edificación de la Iglesia por la santificación y el apostolado, haciendo  de la Eucaristía el centro y la raíz de la propia vida, son los temas  de los tres capítulos de esta Primera Parte que desgranan esa  orientación última que el cristiano ha de buscar en todo momento, en  cualquier cosa que realice.
      En  el segundo volumen, que acaba de ver la luz, los autores se preguntan  qué sucede en el cristiano cuando, bajo la acción de la gracia divina,  trata de orientar su vida de esa manera. Encuentran la respuesta en una  sugestiva afirmación de san Josemaría: El cristiano es (y ha de ser cada  vez más) un «alter Christus, ipse Christus»: «otro Cristo, el mismo Cristo». 
     Para  estudiar en qué consiste la identificación con Jesucristo, desarrollan  tres temas centrales en las enseñanzas de san Josemaría. En primer  lugar, la filiación divina adoptiva que el cristiano ha recibido en el  Bautismo y que le ha de llevar a comportarse en todo como hijo de Dios.  Para san Josemaría, el “sentido de la filiación divina” es el fundamento que ha de poner un cristiano para edificar su vida espiritual. 
      El  segundo tema resulta insólito en un libro de este género, pero los  autores advierten que es imprescindible para comprender las enseñanzas  de san Josemaría: es el tema de la libertad cristiana, don propio y  característico de la dignidad de un hijo de Dios, realidad cargada de  consecuencias que san Josemaría despliega ampliamente, hasta el punto de  haber sido definido como “maestro de libertad cristiana”. 
     Tercer  y último tema de este volumen es la caridad y las demás virtudes  cristianas que manifiestan la identificación con Cristo y la  desarrollan. El amor es la esencia de la vida de un hijo de Dios, pero  necesita de las virtudes humanas, a las que san Josemaría concede gran  importancia para vivir la vida de Cristo, “perfecto Dios y perfecto hombre”. 
      Al final del volumen II se encuentra un interesante apéndice titulado “Amor filial y amor esponsal”  en el que los autores explican por qué san Josemaría emplea  principalmente el lenguaje propio de la filiación divina y la relación  que tiene con la tradicional metáfora esponsal. 
      La  publicación del tercer volumen está prevista para octubre de 2011, con  los temas sobre la santificación del trabajo profesional y de la vida  familiar y social, la lucha por la santidad y los medios de  santificación y apostolado de que dispone el cristiano. Concluye con un  epílogo sobre la “unidad de vida”, noción que sirve a los autores  para compendiar el conjunto de la enseñanza de san Josemaría, y con una  reflexión acerca del valor de estas enseñanzas para la Teología,  tomando ocasión de unas palabras del cardenal Ratzinger, hoy Benedicto XVI, sobre su figura y su mensaje.
      Los  autores han realizado este estudio a partir de la canonización de san  Josemaría en 2002, acudiendo a todos sus escritos y textos procedentes  de la predicación, tanto publicados como pendientes de publicación.  Actualmente se trabaja en la edición crítica de sus obras completas, por  parte del Instituto Histórico Josemaría Escrivá.
Almudí 
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