Desacato
"born in the USA" − La ‘Declaración Manhattan’ es un manifiesto
publicado en noviembre de 2009 firmado por más de 140 prominentes
líderes protestantes, católicos y ortodoxos de los Estados Unidos
exhortando a los cristianos a reafirmar su apoyo a la vida, a la defensa
del matrimonio entre hombre y mujer y a la libertad religiosa.
En
particular, el manifiesto llama a la desobediencia civil a las leyes que
afirman el derecho al aborto y el matrimonio del mismo sexo.
Los
firmantes representan a las grandes ramas de la cristiandad en ese
país. Es un manifiesto ecuménico: no incluye a los mormones, ni a los
judíos, musulmanes ni a miembros de otras sectas y religiones.
La
Declaración, de 4.700 palabras, fue firmada hasta la fecha por más de
530.000 personas, incluyendo 52 obispos católicos. También suscribieron
estos documentos rectores de universidades católicas y funcionarios de
alto rango de la Iglesia Católica. Se destacan las firmas de los
cardenales Rigali, Dolan, Wuerl y Foley (+2011), del Arzobispo Chaput, de los escritores George Weigel y Michael Novak, del fundador de Ignatius Press y del director del Centro de Bioética Juan Pablo II, entre los católicos.
Chuck Colson
(1932 – 2012), importante referente del movimiento evangélico, político
en los años 60 y 70, fue quien dirigió la creación de la Declaración,
la calificó como «una llamada de atención, una llamada a la conciencia de la Iglesia» y un mensaje «claro
a las autoridades civiles de que la actitud de la Iglesia no será, bajo
ninguna circunstancia, permanecer de brazos cruzados cuando nuestra
libertad religiosa sea atacada». En la redacción intervinieron también Robert George, de la Universidad de Princeton y Timothy George de la Beeson Divinity School.
Ha habido varios foros de discusión procurando defender alguno de los tres principales tópicos de la Declaración. Eric Teetsel,
su actual director ejecutivo, dijo que la libertad religiosa está
consagrada en los documentos fundacionales de la nación. Al exhortar a
firmarla manifestó: «vamos a dar al César lo que es del César, pero no vamos a dar al César lo que es de Dios».
La
Declaración hace referencias directas a medidas tomadas las autoridades
de la Unión, como cuando dice que se quiere reducir la necesidad de
abortar, cuando, por otro lado, hay un compromiso de hacer el aborto más
accesible; asimismo, se fomenta la investigación con embriones humanos
para incluir la "clonación terapéutica".
Fundamentalmente
los firmantes llaman a la desobediencia civil, ya que se comprometen a
no acatar ninguna norma, mandato u orden que pretenda obligar a sus
instituciones a participar en abortos, investigación embriodestructiva,
suicidio voluntario y eutanasia o ninguna otra clase de acto en contra
de la vida; ni tampoco aquéllos que los fuercen a bendecir las
asociaciones sexuales inmorales.
Se
puede decir que los firmantes, en general, son independientes de
cualquier presión política, por más a favor de sus valores que sea. Sus
armas son principios no negociables. En contraste, algunos hicieron
notar la ausencia de organizaciones defensoras de los valores
tradicionales y no es de extrañar que haya levantado agresiones de parte
de los principales grupos progresistas y libertarios y aún partidistas.
Por
su parte la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos emitió un
documento muy claro en abril del año pasado; se denomina La primera y más preciada de nuestras libertades,
que al estar dirigida solamente a católicos, no contiene compromisos,
ni negociaciones propias de un documento ecuménico. Se puede ver en
castellano en el sitio Web de ese órgano eclesiástico.
El grupo Declaración de Manhattan
está organizado, tiene sus propias autoridades, una dirección
ejecutiva, y la estructura propia como para cumplir con su misión.
Quizás, lo más conocido sea su participación en las redes sociales, por
la cantidad de seguidores y las continuas noticias que se emiten. Sin
embargo, en estos momentos, quizás lo que más llame la atención es la
coherencia de sus firmantes con aquello a lo que se han comprometido.
Eso es especialmente interesante en el caso de empresas que se niegan a
pagar un seguro de salud contrario a los principios de la declaración y
que están siendo multadas día a día, peligrando así su propia
existencia; asimismo aún están pendiente cantidades ingentes de casos en
los diversos tribunales, donde hasta ahora se han obtenido algunos
avances y muchos reveses.
Por
la influencia de las personas que firman la declaración, su
participación en lobbies, su presencia en los medios y en las redes
sociales, se puede decir que la Declaración Manhattan es un movimiento
que es visto por los políticos, los grupos religiosos y las
organizaciones que defienden los mismos valores como un referente que no
debe dejar de tomarse en cuenta.
Carlos Alegre
Para profundizar en el tema:
Sitio Web de manhattandeclaration.org
La traducción al castellano se puede ver en: Declaración de Manhattan
Almudí
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