lunes, 14 de enero de 2013

La ‘Declaración Manhattan’

   Desacato "born in the USA" − La ‘Declaración Manhattan’ es un manifiesto publicado en noviembre de 2009 firmado por más de 140 prominentes líderes protestantes, católicos y ortodoxos de los Estados Unidos exhortando a los cristianos a reafirmar su apoyo a la vida, a la defensa del matrimonio entre hombre y mujer y a la libertad religiosa. 

   En particular, el manifiesto llama a la desobediencia civil a las leyes que afirman el derecho al aborto y el matrimonio del mismo sexo.

      Los firmantes representan a las grandes ramas de la cristiandad en ese país. Es un manifiesto ecuménico: no incluye a los mormones, ni a los judíos, musulmanes ni a miembros de otras sectas y religiones.


      La Declaración, de 4.700 palabras, fue firmada hasta la fecha por más de 530.000 personas, incluyendo 52 obispos católicos. También suscribieron estos documentos rectores de universidades católicas y funcionarios de alto rango de la Iglesia Católica. Se destacan las firmas de los cardenales Rigali, Dolan, Wuerl y Foley (+2011), del Arzobispo Chaput, de los escritores George Weigel y Michael Novak, del fundador de Ignatius Press y del director del Centro de Bioética Juan Pablo II, entre los católicos.

      Chuck Colson (1932 – 2012), importante referente del movimiento evangélico, político en los años 60 y 70, fue quien dirigió la creación de la Declaración, la calificó como «una llamada de atención, una llamada a la conciencia de la Iglesia» y un mensaje «claro a las autoridades civiles de que la actitud de la Iglesia no será, bajo ninguna circunstancia, permanecer de brazos cruzados cuando nuestra libertad religiosa sea atacada». En la redacción intervinieron también Robert George, de la Universidad de Princeton y Timothy George de la Beeson Divinity School.
      Ha habido varios foros de discusión procurando defender alguno de los tres principales tópicos de la Declaración. Eric Teetsel, su actual director ejecutivo, dijo que la libertad religiosa está consagrada en los documentos fundacionales de la nación. Al exhortar a firmarla manifestó: «vamos a dar al César lo que es del César, pero no vamos a dar al César lo que es de Dios».

      La Declaración hace referencias directas a medidas tomadas las autoridades de la Unión, como cuando dice que se quiere reducir la necesidad de abortar, cuando, por otro lado, hay un compromiso de hacer el aborto más accesible; asimismo, se fomenta la investigación con embriones humanos para incluir la "clonación terapéutica"

      Fundamentalmente los firmantes llaman a la desobediencia civil, ya que se comprometen a no acatar ninguna norma, mandato u orden que pretenda obligar a sus instituciones a participar en abortos, investigación embriodestructiva, suicidio voluntario y eutanasia o ninguna otra clase de acto en contra de la vida; ni tampoco aquéllos que los fuercen a bendecir las asociaciones sexuales inmorales.

      Se puede decir que los firmantes, en general, son independientes de cualquier presión política, por más a favor de sus valores que sea. Sus armas son principios no negociables. En contraste, algunos hicieron notar la ausencia de organizaciones defensoras de los valores tradicionales y no es de extrañar que haya levantado agresiones de parte de los principales grupos progresistas y libertarios y aún partidistas. 

      Por su parte la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos emitió un documento muy claro en abril del año pasado; se denomina La primera y más preciada de nuestras libertades, que al estar dirigida solamente a católicos, no contiene compromisos, ni negociaciones propias de un documento ecuménico. Se puede ver en castellano en el sitio Web de ese órgano eclesiástico.

      El grupo Declaración de Manhattan está organizado, tiene sus propias autoridades, una dirección ejecutiva, y la estructura propia como para cumplir con su misión. Quizás, lo más conocido sea su participación en las redes sociales, por la cantidad de seguidores y las continuas noticias que se emiten. Sin embargo, en estos momentos, quizás lo que más llame la atención es la coherencia de sus firmantes con aquello a lo que se han comprometido. Eso es especialmente interesante en el caso de empresas que se niegan a pagar un seguro de salud contrario a los principios de la declaración y que están siendo multadas día a día, peligrando así su propia existencia; asimismo aún están pendiente cantidades ingentes de casos en los diversos tribunales, donde hasta ahora se han obtenido algunos avances y muchos reveses.

      Por la influencia de las personas que firman la declaración, su participación en lobbies, su presencia en los medios y en las redes sociales, se puede decir que la Declaración Manhattan es un movimiento que es visto por los políticos, los grupos religiosos y las organizaciones que defienden los mismos valores como un referente que no debe dejar de tomarse en cuenta.

Carlos Alegre

  Para profundizar en el tema:
    Sitio Web de manhattandeclaration.org
    La traducción al castellano se puede ver en: Declaración de Manhattan
    ManhattanDeclaration en: Facebook, Twitter, Lindekin, Google, YouTube

Almudí 

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