“La Belleza salvará al mundo”. Esta célebre cita que aparece en la obra ‘El Idiota’ de Dostoievski define como en la búsqueda de lo trascendente el ser humano tiene un fiel aliado en las distintas artes pues elevan al hombre al conocimiento de la grandeza del Creador.
La música es, sin duda, uno de estos instrumentos y que a lo largo de la historia ha ayudado a muchos a hallar esta Belleza a través de las notas y acordes. Las Escrituras están llenas de música. Muy consciente de ello es Inma Shara, una de las directoras de orquesta más relevantes del mundo. Esta joven española ha dirigido en los mejores escenarios y ante el público más entendido pero siempre sin olvidar esta doble dimensión que tiene la música.
La música roza el misterio
Católica convencida y valiente, expresa su fe con naturalidad y define la música como un instrumento más que valido para llegar a Dios. Inma Shara asegura que “la música revela la belleza interior del hombre. A veces puede expresar el dolor. Pero incluso en sus acordes más dolorosos, la música sublima el sufrimiento en belleza”. De hecho, va más allá y asegura que “la música, mediante un lenguaje no racional, puede rozar el misterio con más profundidad que cualquier filosofía”.
Por ello, no duda siempre que puede en recordar palabras de Juan Pablo II y Benedicto XVI sobre la música, ambos grandes amantes de ella. Así, la joven directora vasca incide que la música acompaña a la experiencia espiritual y permite ser un medio de conexión entre el hombre y Dios. Por ello, recuerda la carta que el ahora Beato escribió a los artistas en 1999 y en la que afirmaba que “la belleza es la llave que nos abre al misterio y a la llamada de la trascendencia”.
ser persona
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