“En san Josemaría hay una luz de fondo acerca de Cristo y del misterio de la unión del cristiano con Él que abre un nuevo e inmenso panorama a la Teología Espiritual”
El próximo 14 de noviembre comenzará el Congreso Internacional "San Josemaría y el pensamiento teológico" en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma. Durante tres días, expertos, profesores y estudiantes de Teología profundizarán en las enseñanzas del Fundador del Opus Dei. Javier López Díaz, uno de los miembros del Comité Científico del Congreso habla en esta entrevista sobre la génesis y el propósito de estas jornadas de trabajo y estudio.
De manera general, ¿cuál es el tema de fondo de este Congreso? ¿a quiénes se dirige?
Se dirige principalmente a profesores, doctores y estudiantes de Teología que estén interesados en la renovación de esta ciencia mediante el recurso a la vida y escritos de los santos. Nos fijaremos en particular en las enseñanzas de san Josemaría, no porque se trate de un caso aislado sino porque resultan muy adecuadas para poner de manifiesto el valor de los santos para la Teología.
¿Por qué se ha elegido este tema?, ¿cuál ha sido la génesis del Congreso?
Para explicar los precedentes me tengo que remontar a un mensaje del entonces Cardenal Joseph Ratzinger a un Simposio teológico sobre las enseñanzas de san Josemaría, celebrado en la Universidad de la Santa Cruz en 1993, al año siguiente de la beatificación del Fundador del Opus Dei. Hacía notar que «la Teología, ciencia en el sentido más pleno de la palabra, es subalterna respecto al saber que Dios tiene de Sí mismo, y del que los santos gozan».
Se refería no sólo al saber de que gozan los santos en la gloria, sino también al que ellos mismos han comenzado a tener en esta tierra y han legado con sus escritos, su palabra y su ejemplo. Se han adentrado en el conocimiento de Dios «no sólo con la inteligencia sino con la totalidad del corazón», porque «la fuerza unitiva del amor a Dios no sólo conduce a dejarse penetrar por su bondad, sino también a profundizar en su verdad». Ese conocimiento de Dios que han alcanzado los santos es muy valioso para el teólogo. Por eso, concluía el Cardenal Ratzinger, «resulta oportuno, e incluso necesario, que en cuanto teólogos escuchemos la palabra de los santos para descubrir su mensaje».
Ratzinger también observaba que el mensaje de los santos es «un mensaje multiforme, por cuanto son muchos y cada uno ha recibido su carisma particular; y al mismo tiempo es unitario, porque los santos remiten al único Cristo, al que se unen y cuya riqueza nos ayudan a penetrar». Y a continuación formulaba una pregunta: «En esta sinfonía múltiple y unitaria, ¿qué acento lleva consigo el beato Josemaría Escrivá?, ¿qué impulso recibe a su luz la Teología?».
Estas cuestiones empezaron a encontrar respuesta en diversas publicaciones, sobre todo en torno a la canonización de san Josemaría en 2002, pero hasta ahora no habían sido objeto del estudio detenido que merecen. Es lo que nos proponemos hacer en el Congreso de noviembre.
¿Quiénes intervendrán como conferenciantes?
El Congreso se abrirá con una conferencia de monseñor Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, sobre san Josemaría como precursor del Concilio Vaticano II en aquello que constituye su mismo núcleo: la llamada universal a la santidad, que significa, para la mayor parte de los fieles, una llamada a santificarse en la vida cotidiana. Esta intervención es muy esperada, también porque monseñor Echevarría ha sido testigo privilegiado de la vida de san Josemaría y de su aportación al Concilio.
Seguirán cinco sesiones dedicadas al impulso que pueden recibir diversas partes de la Teología de la enseñanzas de san Josemaría. Intervendrán profesores de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y de otras instituciones universitarias de reconocido prestigio, como es el caso del profesor Réal Tremblay, de la Pontificia Academia Alfonsiana. También habrá una sesión dedicada a la inspiración que puede encontrar la reflexión filosófica en el pensamiento de san Josemaría, a cargo de la profesora Ana Marta González, de la Universidad de Navarra, y del profesor Sanguineti, conocido por sus obras sobre Filosofía de la Ciencia. Otra sesión estará dedicada al Derecho Canónico.
En la última jornada tendrá lugar la relación del Cardenal Kurt Koch sobre “Los santos y la Teología en el pensamiento de Joseph Ratzinger/Benedicto XVI”, en conexión con las ideas a las que se encuentran en la base de este Congreso, como he señalado antes.
Hay algunos santos como san Buenaventura o santo Tomás de Aquino que han elaborado grandes tratados de Teología, pero otros, como san Josemaría, han predicado y enseñado sin ligarse a un método científico. ¿Qué pueden aportar estos santos a la ciencia teológica?
La Teología no es fruto sólo de la especulación intelectual. El Apóstol San Juan escribe que «el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor» (1 Jn 4,8). Los santos le han amado mucho y por eso le han conocido profundamente. Algunos, además, han plasmado ese conocimiento en sus escritos. De esto se puede aprovechar no poco la Teología.
Si los santos son importantes para la Teología, ¿por qué es tan raro encontrarlos citados en los estudios teológicos?
A veces no se citan expresamente las enseñanzas de los santos, pero están muy presentes en el corazón y en la mente del teólogo e influyen en los enfoques de fondo, en el proceso de elaboración teológica y en la verificación de las conclusiones. Si no aparecen de modo explícito, quizá es porque no se sabe cómo emplearlas en el discurso científico de la razón creyente. Es una cuestión que está esperando respuesta y este Congreso puede contribuir a perfilarla.
Otras veces, en cambio, se dejan de lado esas enseñanzas a propósito, porque se considera, por principio, que son extrañas al método teológico. No se acude a los santos como a un “lugar teológico” en el que se puede comprender mejor la verdad revelada, y se pierde así un gran tesoro. Esto es un límite del modo de hacer teología, no una cualidad positiva.
¿Qué aporta san Josemaría a la Teología?
Si la pregunta se refiere a lo que hoy se llama “Teología Espiritual”, o sea, a la parte de la Teología que se ocupa del desarrollo de la vida de los hijos de Dios bajo la acción del Espíritu Santo, puedo responder que san Josemaría es el primer santo que ha enseñado una auténtica espiritualidad laical y secular. No ha dejado sólo un conjunto de orientaciones de vida cristiana, válidas para todos, sino un amplio cuerpo de doctrina que, por su unidad, constituye un espíritu de «santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano», como dice la oración para pedir favores por su intercesión. Un espíritu que lleva a transformar la sociedad desde dentro de las actividades civiles y seculares, en las que el cristiano edifica la misma sociedad civil y la Iglesia.
San Josemaría enseña a poner como fundamento de esa santificación el “sentido” de la filiación divina recibida en el Bautismo o, lo que es lo mismo, el saberse «otro Cristo, el mismo Cristo», enviado a corredimir con Él dando la vida por los demás. Enseña a buscar la contemplación de Dios en la vida cotidiana, haciendo de la Santa Misa el centro y la raíz de la vida interior. En san Josemaría hay una luz de fondo acerca de Cristo y del misterio de la unión del cristiano con Él que abre un nuevo e inmenso panorama a la Teología Espiritual.
Pero su mensaje concierne también a las demás partes de la Teología. Todas ellas, desde la Antropología cristiana a la Eclesiología o a la Moral, pueden encontrar ahí luces e impulso para su propio desarrollo.
¿Podría señalar las publicaciones más representativas sobre las enseñanzas de san Josemaría en los últimos años?
Para comprender sus enseñanzas son importantes los escritos del Venerable Álvaro del Portillo −por ejemplo, el libro“Entrevista sobre el Fundador del Opus Dei”− y los de Mons. Javier Echevarría, en particular la obra “Memoria del Beato Josemaría”. En el campo de los estudios teológicos tendría que mencionar a bastantes autores. Por ejemplo, son conocidos los escritos de Fernando Ocáriz sobre la filiación divina, la santificación del trabajo y la vocación cristiana en las enseñanzas de san Josemaría., así como los trabajos de Pedro Rodríguez, Martin Rhonheimer, José Luis Illanes, Antonio Aranda y otros muchos. Una bibliografía amplia se encuentra en la reciente obra de tres volúmenes Vida cotidiana y santidad en la enseñanza de san Josemaría, de la que soy coautor junto con Ernst Burkhart.
En el Congreso se presentará el “Diccionario de san Josemaría”. ¿Cuál es el propósito de esta publicación? ¿Quiénes han participado en su elaboración?
El propósito del Diccionario es ofrecer una síntesis de la enseñanza de san Josemaría sobre diversos temas ordenados alfabéticamente, incluyendo también una breve bibliografía sobre cada punto. En la realización han colaborado numerosos autores de Teología, Historia, Filosofía y Derecho, que firman las distintas voces. El Diccionario ha requerido varios años de trabajo, bajo la dirección del profesor Illanes junto con el profesor José Luis González Gullón y las profesoras Mercedes Alonso e Inmaculada Alva, de la Universidad de Navarra. Se trata de una obra semejante a los Diccionarios sobre santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz y otros grandes santos, publicados por la misma editorial Monte Carmelo, que pasará a formar parte de la bibliografía básica sobre san Josemaría, como también sucederá con las Actas del Congreso cuya publicación está prevista en 2014.
Descargar el programa del Congreso aquí
es.josemariaescriva.info
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