“La educación se basa en tres principios: el ejemplo, el ejemplo y el ejemplo”

Ana Isabel Saz

  “Contigo aprendí” es el título de la conferencia con el que la psicóloga Ana Isabel Saz Marín inauguró ayer el ciclo de conferencias organizado por las parroquias del Arciprestazgo de O Lérez dentro de la “Semana da Familia 2012”. Numerosos padres y abuelos siguieron esta charla que tuvo lugar en el Teatro Principal y que fue una oportunidad para reflexionar sobre la educación, los valores, el poder del ejemplo etc.

   ¿Hay un secreto para mejorar la relación entre padres e hijos?Un solo secreto o consejo no, hay varios, lo del tiempo que hablamos siempre, y en el tema de si es preferible cantidad o calidad y diría que las dos cosas, tiempo en cantidad y tiempo de calidad. Pero también habría que hablar de normas, de una muy buena comunicación, de afectos, fundamentalmente de emociones. Y después está lo que planteo con el título de la conferencia, “Contigo aprendí”, que no solo aprendemos los hijos sino que también aprendemos los padres.

¿Lo más importante es el ejemplo?Sin duda, de hecho inicio mi conferencia con una frase: la educación se basa en tres principios, que son el ejemplo, el ejemplo y el ejemplo.

Ha escrito el libro SOS Adolescentes ¿qué diría a los padres con hijos en esta franja de edad?Les digo que mucha paciencia porque esta etapa también pasa (risas), fundamentalmente paciente, pero también estar al pie del cañón. La adolescencia es una etapa compleja y convulsa, más en el entorno social en el que se desenvuelven hoy en día los jóvenes, y hay que estar, los padres tienen que estar pero no hay que estar solo en la adolescencia, los pilares fundamentales se establecen desde mucho más temprano y así se pasa la adolescencia de otra manera.

¿Por qué temas le consultan más habitualmente los padres?Pues siempre hablamos de puntas de iceberg, a lo mejor vienen con cuestiones pequeñas de convivencia, cuestiones de estudios, falta de motivación o fracaso escolar y eso suele ser como la punta del iceberg de situaciones que se están viviendo probablemente más profundas.

En la Semana de la Familia se abordan también temas como las familias monoparentales, a las que pertenecen cerca del 30% de los niños que nacen actualmente en Pontevedra ¿plantean retos diferentes o solo son otro modelo de familia con idénticos retos?Plantean sin duda modelos diferentes de familia pero creo que los principios son los mismos. Vivimos en un mundo cambiante, hay que dar espacio y hay que ofrecer espacios a todo lo nuevo pero con criterios y con sentido común, el mismo que se tenía con una familia con una mamá y un papá.

Insiste en que no hace falta sentirse loco para acudir a un terapeuta...Afortunadamente vamos borrando esa imagen de que es necesario estar con un trastorno o una patología muy gruesa para acudir a un profesional, y hablando de familias es necesario a veces escuchar otros criterios que probablemente a veces los conocemos pero no los estamos aplicando, un poco también por refrescar algunas pautas, algo que nos puede venir bien.

¿Sufrimos innecesariamente o justo lo contrario, tememos en exceso al dolor?No sufrimos innecesariamente, creo que es justo lo contrario, que lo que nos cuesta es sufrir, cuando debemos tener en cuenta que el dolor duele y a veces es necesario dolerse para poder pasar a la siguiente etapa de nuestra vida.

¿Nos gustan demasiado las soluciones rápidas?Si, es el caso del medicamento rápido, ese que me quite cualquier dolor, pues no, es que el dolor duele, los procesos de duelo duelen, los cambios son crisis y las crisis, aunque sean a mejor, nos obligan a pasar también por esa fase de dolor.

¿Las crisis nos hacen emocionalmente más adultos?Exacto, la crisis es necesaria para madurar, la crisis es necesaria para todo cambio en la vida.

The Family Watch