
Una aspiración esencial de los cristianos es la comunión plena de todos los hombres con Dios
      Movido por el deseo de promover la unidad, san Josemaría exhorta a cada cristiano: ofrece la oración, la expiación y la acción por esta finalidad: «ut sint unum!» —para que todos los cristianos tengamos una misma voluntad, un mismo corazón, un mismo espíritu: para que «omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!» —que todos, bien unidos al Papa, vayamos a Jesús, por María.
      En la encíclica Ut unum sint, Juan Pablo II señalaba la centralidad de la tarea ecuménica: «el  movimiento a favor de la unidad de los cristianos, no es un mero  “apéndice” que se añade a la actividad tradicional de la Iglesia. Al  contrario, pertenece orgánicamente a su vida y a su acción». 
      Como su antecesor, Benedicto XVI también ha querido poner el máximo empeño en el restablecimiento de la unidad de todos los discípulos del Señor. «Por  lo que me concierne, renuevo (...) mi firme voluntad, manifestada al  principio de mi pontificado, de asumir como compromiso prioritario el  trabajar, sin ahorrar energías, en el restablecimiento de la unidad  plena y visible de todos los seguidores de Cristo». 
      Esta  honda preocupación por la unidad afecta a todos los católicos. Una  aspiración esencial de los cristianos es la comunión plena de todos los  hombres con Dios —según la oración del Señor: que todos sean uno —como  miembros de la única Iglesia fundada por Cristo, que «continúa existiendo» (subsistit in) en la Iglesia Católica, como enseña la constitución dogmática Lumen gentium.
Prioridad de la oración
      Para  alcanzar la plena comunión entre los cristianos, lo primero es la  oración, bien unida a la de Cristo: no ruego sólo por éstos, sino por  los que van a creer en mí por su palabra, para que sean uno como  nosotros somos uno. Yo en ellos y Tú en mí, para que sean consumados en  la unidad. «No podemos “hacer” la unidad sólo con nuestras fuerzas. Podemos obtenerla solamente —dice Benedicto XVI— como  don del Espíritu Santo. Por tanto, el ecumenismo espiritual, es decir,  la oración, la conversión y la santidad de vida, son el corazón del  encuentro y del movimiento ecuménico». 
      En su oración, todos los fieles de la Obra piden cada día con las mismas palabras del Señor: Ut omnes unum sint, sicut tu Pater in me et ego in te: ut sint unum, sicut et nos unum sumus.  Movido por el deseo de promover la unidad, san Josemaría exhorta a cada  cristiano: ofrece la oración, la expiación y la acción por esta  finalidad: «ut sint unum!» —para que todos los cristianos tengamos una misma voluntad, un mismo corazón, un mismo espíritu: para que «omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!» —que todos, bien unidos al Papa, vayamos a Jesús, por María. 
Pedro Rodriguezes.josemariaescriva.info
    Para leer el artículo completo, pulsar aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario