Inma Shara |
«La
educación de la mujer debe ser prioritaria en mi país, especialmente en
el medio rural, donde trabaja en silencio, sin queja, y hace una tarea
vital para la familia y el país, sin apenas reconocimiento social». Con
estas palabras la Premio Harambee 2012, la economista nigeriana Ezinne
Ukagwu, agradecía la distinción que le había entregado Inma Shara, en
presencia de S.A.R. Doña Teresa de Borbón y de Juan Luis Rodríguez
Fraile, presidente de Harambee España
Lo que contó la premiada en el madrileño Auditorio de Caixa Fórum fue una experiencia de «servicio» y «compromiso» para «contribuir a dos derechos básicos, como son la educación y la sanidad», y una fórmula clara: «profesionalidad y cariño, tratando a cada persona por su propia dignidad».
Ezinne Ukagwu contó su itinerario familiar, universitario y profesional. «De mis padres recuerdo que fueron un ejemplo de servicio a los demás. Y en mi país conocí a fondo a san Josemaría Escrivá, del que aprendí a pensar en los demás, para acabar cada día muy contenta, notando cómo Dios te ayuda y da fuerzas».
«Ayudar da una gran alegría —dijo—, que
crece al ver el progreso de las alumnas y cómo influye después esa
formación en todos sus ámbitos, con un gran efecto multiplicador,
generando alegría y confianza en las familias y asociaciones».
Corresponsabilidad en el hogar
La premiada dirige Iroto,
un centro de desarrollo y formación rural situado en Ogun, a 200 kms.
de Lagos, en el oeste del país. Desde 1992 han dado formación a treinta
mil mujeres. El equipo de Iroto, que es una obra corporativa del Opus Dei, trabaja muy pegado a la sociedad de las 33 localidades que atiende. «Damos formación profesional, humana y espiritual —cuenta Ezinne—, y procuramos atender sus necesidades».
Contó Ezinne que la mujer nigeriana «es
muy valiente y positiva, capaz de un gran esfuerzo, con un papel clave
en cada familia, que necesita con urgencia la corresponsabilidad del
hombre, para hacer todo entre los dos, sin antagonismos».
A la vez, el estudio de las posibilidades de la región ha llevado al equipo de Iroto a impulsar en 2005 los estudios de hostelería y turismo, ya que «es un sector que crece y demanda personas bien cualificadas, que estamos formando».
Peticiones para crecer
Lejos de quedarse en el ámbito de las ideas, Ezinne concretó una necesidad perentoria en la clínica Abidagba, construida en parte gracias a Manos Unidas, y que ha sido clave para reducir la mortalidad infantil: «Necesitamos
un todoterreno sencillo para las visitas médicas a los pacientes
ancianos o familias que no pueden desplazarse hasta nuestra clínica». Señaló también que están ampliando las instalaciones del Centro.
Hizo
otras peticiones a las instituciones europeas, en relación a la
enseñanza, ambulatorios, medios de transporte, aseos, pozos de agua y
maquinaria agrícola.
Inma Shara
Almudí
Almudí
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