jueves, 5 de agosto de 2010

Complejos, juego limpio y educación sexual

Emili Avilés
          La formación moral de los niños, especialmente en una materia tan importante como la ecuación sexual, corresponde a los padres. Esto, que parece tan claro y queda reafirmado y hecho ley de leyes en nuestra Constitución, algunos politiquillos y politiquillas se lo quieren pasar por el forro de sus incompetentes competencias.

           Me perdonarán ustedes el lenguaje pero es que desde hace muchos años una visión partidista y materialista de lo que es el hombre, su sentido vital, su sexualidad, su afectividad, se extiende como si los ciudadanos fuésemos unos cenutrios.

           No escribo a humo de pajas. Vean, vean ustedes, y visiten con atención, botón de muestra de barbaridades extendidas por todo el ámbito educativo de nuestro país, la web que ha montado para “educar” a los jóvenes, la Generalitat de Cataluña.

           O lean, lean ustedes algunos apartados de la nueva ley del aborto que se mete en unos huertos de educación sexual más propios de dictaduras marxistas o fascistas. No se limita a reconocer el aborto como derecho, sino que también pretende adoctrinar a los estudiantes sobre un peculiar concepto oficial de salud sexual y reproductiva. Los once primeros artículos de la ley establecen el marco, en el que se incluyen medidas en el ámbito educativo (art. 9-10).

           En España cunde un cinismo disfrazado de tolerancia, con el que muchos imitan la siniestra retórica de las dictaduras de pasados siglos. ¡Tengamos claras las prioridades, por favor! Cuando el partido-ideología-prejuicio-ignorancia de moda se antepone a la dignidad de la persona, a la verdad de la naturaleza humana, nada bueno sale de allí.

          ¿Por qué no se habla más, y a fondo, del gravísimo problema generacional que tenemos sobre nosotros, por el cual las pensiones corren un riesgo grandísimo de no poder ser atendidas a medio plazo? No nos basta decirlo, hay que buscar soluciones a la previsión de que en el año 2050 habrá sólo 1,7 españoles en edad de trabajar que puedan atender la jubilación de cada uno con edad superior a 65 años, frente a los casi cuatro que actualmente cotizan para atender a un jubilado.

           ¿Por qué no se dedican más medios para ver cómo conseguir resultados empresariales, de servicio a los ciudadanos, de ejercicio democrático, de libertad, de forma ética e íntegra?

           ¿Por qué no se habla de tantos y tantos catalanes universales, como Josep Pla, tan español y práctico que al hablar de catalanismo ponía en guardia, ya a finales de los setenta, sobre la realidad de que “España es el mercado de Cataluña”?

           ¿Qué está pasando para que, a pesar de la creciente globalización de los mercados, todavía muchos se calen la boina, no la del citado Pla, sin querer competir en buena lid, sólo buscando prebendas y subvenciones que nos alejan de una sana competitividad?

           ¿Cómo es posible ver tantas dificultades para gestionar la atención a la diversidad, o para que la gente se muestre flexible y coherente?

           ¿Cómo es que muchos critiquen a Alberto Contador, que pasó a ser maillot amarillo tras un desperfecto mecánico en la bicicleta de su rival Andy Schleck? No es lo mismo el “fair play” que aceptar una vara de medir diferente, o que la manipulación informativa, o que tener complejo de inferioridad.

           Juego limpio, sí, pero ¿que nos tomen el pelo, corrompan por ley a nuestros hijos, despilfarren nuestros impuestos y encima aplaudamos con las orejas? ¡No, por favor!

          ¡Ah!, les recomiendo vivamente la web donde padres y profesores sí van a encontrar ideas constructivas sobre educación sexual y afectiva, teniendo en cuenta la dignidad de la persona, lejos de ser tratados, pequeños y grandes, como meros objetos de placer.

Emili Avilés
Profesor Especialista en Pedagogía Terapéutica y Educación Familiar 

ANÁLISIS DIGITAL

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