jueves, 26 de agosto de 2010

Cruzada por la Mezquita de la Zona Cero


          Parece una incongruencia utilizar el término "cruzada" para describir el empeño del alcalde de Nueva York para que vaya adelante el proyecto de la Casa Córdoba en la Zona Cero. Pero me hizo gracia que el corresponsal de Le Monde utilizase esa expresión para titular su crónica, el 18 de agosto: "La croisade de Michael Bloomberg". Según el periodista, Almudi.org - Salvador Bernaldefendería contra viento y marea la construcción de una mezquita casi al lado del lugar donde se produjeron los terribles atentados del 11-S.

          Desde España, ante todo, llama la atención cómo se manipula la historia. Porque, en Córdoba, como en tantos otros lugares de la Hispania cristiana, sólo hubo coexistencia de las tres culturas tras la reconquista. Antes, en la propia Córdoba, hubo periodos de tolerancia, pero la persecución de los árabes llegó al martirio en el siglo IX: san Eulogio, san Acisclo, santa Victoria. A partir de sus muertes violentas, se pierde el rastro del llamado movimiento mozárabe. La paz y la convivencia, dentro de las peculiaridades de la época, sólo fueron posibles después de la reconquista por Fernando III el Santo.

          En cierto modo, la historia se repite en Nueva York. Los medios de comunicación están focalizados con la mezquita que se podría construir en la "Zona Cero". Pero nadie habla de la parroquia ortodoxa griega de San Nicolás, destruida por el derrumbamiento de las Torres Gemelas el 11-S. Según las últimas noticias, el proceso de obtención de los permisos legales para la reconstrucción de esa iglesia está atascado burocráticamente. Han pasado nueve años, y no se entiende que el problema siga pendiente, más aún si se tiene en cuenta la específica advocación de esa parroquia, ligada a tradiciones navideñas anglosajonas. Se puede consultar aquí.

          Los derechos humanos no son absolutos. La libertad religiosa ampara la construcción de esa mezquita. Pero, cuando esos derechos son constantemente violados en países musulmanes, se comprende la oposición de muchos norteamericanos, por aplicación del viejo principio del orden público. Nadie puede garantizar más bien al contrario- que en las mezquitas no se predique a diario contra la democracia.

ALMUDÍ
LEER MÁS

No hay comentarios:

Publicar un comentario