Me entero por El País de que “El Papa cobrará entradas a las misas que oficie en el Reino Unido”. Después del susto inicial, me alivia leer más abajo en el texto que, al menos, el Papa en persona no se ocupara de las taquillas donde se irán recibiendo las esterlinas. A decir verdad, si se sigue leyendo, se descubre que tampoco habrá taquillas en la entrada de las misas. Y, si uno tiene paciencia, al final comprende que en el fondo, tampoco se trata de “cobrar” las misas, sino de una aportación no obligatoria para colaborar a sufragar los gastos de la visita papal. El problema es que dicho así, suena demasiado normal e incluso constructivo… Se necesita un título que complique una información simple y sencilla.
El diario nos informa además de que el Papa no dormirá en Buckingham Palace, como los demás jefes de Estado (el viaje del Papa es también una visita de Estado). La razón de esa anomalía, según el diario, es que la Reina reside en esos días de verano en su residencia de Balmoral (Escocia) y, por tanto, no estará en Londres. La realidad, sin embargo, es que el Papa nunca duerme en los palacios gubernamentales, sino habitualmente en la sede de la nunciatura. Fue el Papa quien rechazó dormir en el Palacio así como pasear por Londres en carroza. Otra pequeñez demasiado normal e incluso constructiva… Es preciso complicar una información simple y sencilla y dar a entender, tal vez, que a la Reina le importa poco el Papa y seguirá tranquilamente en su residencia de verano…
Al mencionar la beatificación del cardenal Newman, el diario se hace eco de la campaña homosexual, en marcha desde que se supo de la beatificación, según la cual Newman sería uno de ellos, pues fue enterrado con su “compañero”. El autor del texto dice que la polémica sobre la sexualidad del que puede ser el primer santo inglés en muchos siglos es “más bien trivial”. Debo reconocer que aquí sí me asalta la duda: ¿lo dice porque piensa que, en efecto, es todo un montaje? ¿O bien porque lo considera un dato aceptado y piensa que es normal que un homosexual sea enterrado con su “compañero”? Me inclino por la primera opción, pues el autor es una persona inteligente e informada (los dos párrafos anteriores son más bien un apunte crítico a un cierto modo de hacer periodismo que busca "ser interesante" a toda costa...).
Diego Contreras
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