Hoy, en el Informe MacCafferty del Consejo de Europa, se sigue jugando -es un decir- con las palabras que eliminan la conciencia personal y suponen la legalización del derecho (inalienable y primario) de eliminar personas.
Sobre este vergonzoso (y ocultado a la opinión pública) asunto habló en Madrid la directora ejecutiva de European Dignity Watch, Sophia Kuby, en un desayuno informativo organizado por Profesionales por la Ética. En síntesis recordó que el Consejo de Europa quiere convertir el aborto en un derecho, según se desprende del Informe MacCafferty de esta institución.
De todos modos, las medidas disuasorias para los profesionales y las instituciones de la salud, (hospitales, médicos, enfermeras, etc.) que no estén de acuerdo con esa proposición, suponen una mentalidad totalitaria que creíamos pasada en Europa, pero que ahora reaparece con los mismos aires de eficiencia e incluso de servicio a la ciudadanía que en su momento ofrecían el nazismo y el comunismo.
En el documento del Consejo de Europa se pide a los Estados Miembros (ver texto completo) cosas como éstas:
"El informe obliga a los médicos a ofrecer a los pacientes el tratamiento que deseen o a participar directamente en intervenciones que contradigan su conciencia".
"los médicos presentarán exclusivamente sus creencias religiosas como justificación para negarse a llevar a cabo un aborto".
"los hospitales públicos o clínicas no han de tener un derecho conjunto a objetar".
"se prevé la creación de un registro de objetores de conciencia" (una "lista negra").
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