lunes, 15 de marzo de 2010
… Y sin embargo, soy sacerdote
De un tiempo a esta parte, algún lector de la prensa podría sacar la impresión de que en los sacerdotes están concentrados los sujetos más viciosos de la humanidad: rara es la semana en la que no se airea algún escándalo protagonizado por un clérigo.
Vaya por delante que no pretendo justificar a los sacerdotes que cometen un acto gravemente reprobable. Condeno cualquier acto inmoral cometido por cualquier persona, sea sacerdote o no. Si además el acto es constitutivo de delito, apruebo que la justicia intervenga con toda la fuerza de la ley, sin mirar si el culpable es sacerdote o no.
Sin embargo, pienso que cualquier sacerdote debería estar orgulloso de la valía humana de sus hermanos en el sacerdocio y de su entrega a los demás y su amor a Dios y al prójimo.
VIDASACERDOTAL.ORG
LEER MAS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Claro que si. La vida sacerdotal exige muchos sacrificios personales y eso la prensa alarmista no lo tiene en cuenta. Pero es una vida maravillosa para quienes sienten la LLAMADA.
ResponderEliminar¡ÁNIMO Y GRACIAS!