jueves, 15 de julio de 2010

La doctrina de la Iglesia sobre el hombre, “luz para el mundo moderno”


          Mostrar lo que es realmente la persona humana es “luz para el mundo moderno”, uno de los principales retos de la Iglesia hoy, el fundamento de su diálogo con el mundo y un aspecto básico de la nueva evangelización.

          Lo explica el profesor de Antropología Teológica y Antropología Cristiana de la Universidad de Almudi.org - Juan Luis LordaNavarra Juan Luis Lorda en la siguiente entrevista concedida a ZENIT.
A través de la antropología, el experto aclara, entre otras cuestiones, la razón por la que la sexualidad humana está regida por leyes morales tan graves, y la que provoca que una gran parte de la cultura moderna ya no sea capaz de sostener sus fundamentos.

¿Qué es la Antropología teológica y cuáles son sus grandes temas?
La antropología teológica es el estudio teológico del hombre. Es decir, lo que sabemos del hombre desde la revelación de Dios, tal como lo ha contemplado la rica tradición de pensamiento cristiano, que tiene también una enorme experiencia humana.
Esos grandes temas son: que el hombre es un ser hecho para Dios, que está destinado a identificarse con Cristo, que tiene una dignidad particular que es el fundamento de la moral, que hay una realidad de pecado en la historia humana y en cada persona, que hay una salvación y renovación en Cristo: eso es la gracia.

¿Qué lugar ocupa la antropología en el diálogo de la Iglesia con la modernidad?
          La antropología es la base del diálogo de la Iglesia con la modernidad. Juan Pablo II dijo, ya en su primer discurso al iniciar su pontificado, que la presentación actual del cristianismo tiene que ver con la idea del hombre.

          La antigua apologética cristiana, la defensa, se convierte en una presentación del cristianismo, que responde a los anhelos más profundos de la persona. Hay que mostrar que Cristo revela el hombre al hombre.

          Los cristianos tenemos una idea muy alta de lo que es el hombre, de su dignidad, de su realización, de su llamada a ser hijo de Dios y de vivir fraternalmente, de la dignidad del misterio de la vida y de la familia. 

Juan Luis Lorda
ZENIT / ALMUDÍ: LEER MÁS

No hay comentarios:

Publicar un comentario