martes, 25 de mayo de 2010

Emilio López Barajas: “La cuestión de los valores en la sociedad del conocimiento”



          El profesor Emilio López Barajas, Catedrático de Fundamentos de Metodología Científica de la UNED, publicaba ayer en el diario La Razón una sugerente Tribuna sobre la actual “sociedad del conocimiento” y el predominio en ella del relativismo ético y el materialismo utilitarista como “aurigas” del comportamiento humano y social.

          Más allá de lo que el profesor López Barajas llama “la despensa de los valores de la familia”, la ausencia de valores esenciales en la axiología dominante impide estabilizar la vida personal y social en mucho entornos.
Reproduzco a continuación el texto del referido artículo:

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Emilio López Barajas Zayas
Catedrático de la UNED

          Una  obra clave para rastrear el origen de la expresión «sociedad del conocimiento» fue la publicada en 1969 por Peter Drucker, con el título  «The Age of  Discontinuity» (La era de la discontinuidad), en la que el autor dedicó una sección a la definición de su significado (Knowledge Society). Compartíamos con el autor la sorpresa al constatar una experiencia nueva, que hoy se ha generalizado en las llamadas sociedades avanzadas: algunos colaboradores, ya sea en la empresa o la universidad, llegan a «saber más» acerca de ciertas «materias o herramientas intelectuales» que sus directores o superiores. 

          Las  nuevas tecnologías de la información y la comunicación, que acompañan y vertebran a la sociedad del conocimiento, estaban transformando radicalmente la naturaleza y estructura de los «estilos y formas de vida», no sólo de las organizaciones sino también de las gentes, de la práctica educativa, el sentido del mercado, las formas de producción industrial, los productos y servicios, los perfiles de los puestos de trabajo, el sentido de la cultura, e incluso de la ética. ¿Cómo diagramar la «geografía» de la sociedad del conocimiento, como podríamos describir y explicar de forma breve las raíces intelectuales de la misma? 

          ¿Tiene este proceso algún rasgo negativo? Algunas ideas, como las plantas dañinas, si lo son, hay que arrancarlas, pero antes hay que reconocerlas, no sea que extraigamos en su lugar la simiente buena que germinará en pan blanco. La Sociedad del conocimiento parece que ofrece nuevas posibilidades pero presenta algunas debilidades que son preocupantes, y que por tanto habría que corregir.

PROFESIONALES POR LA ÉTICA
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