sábado, 29 de mayo de 2010

Visitas de la Madre

          «No fue la Iglesia la que impuso Fátima, sino Fátima la que se impuso a la Iglesia», recordó el Papa Benedicto XVI la semana pasada, cuando comenzaba su Viaje a Portugal. Esas palabras del difunto cardenal Manuel Cerejeira, Patriarca de Lisboa, subrayan el origen sobrenatural de las apariciones marianas. «El cielo -afirmó también el Papa- se abrió en Portugal como una ventana de esperanza que Dios abre cuando el hombre le cierra la puerta». Con motivo de esta Visita, recordamos otras mariofanías, muchas casi desconocidas,reconocidas por la Iglesia y recogidas recientemente en el diario italiano Avvenire. Por María Martínez
guadalupe Aparecida LourdesAkita Kibeho
Aparecida (Brasil, 1717)
Tres pescadores encontraron en su red, separados, el cuerpo y la cabeza de una imagen de la Inmaculada Concepción, tras lo cual la pesca fue abundante. El primer lugar de veneración fue la casa de uno de los pescadores. Coronada en 1904, es Patrona de Brasil desde 1930.

Betania (Venezuela, 1976. Reconocidas, 1987)
De 1976 en adelante, María Esperanza Medrano vio, en repetidas ocasiones, a la Virgen. A veces, la veía sólo ella; otras, más personas. El 25 de marzo de 1984, se apareció bajo varias advocaciones distintas a 150 personas.

Notre-Dame del Laus (Francia, 1664. Rec. 2008)

La Virgen se apareció 54 años, hasta su muerte, a la pastorcilla Benoîte Rencurel. La misma Virgen dio instrucción espiritual y humana a Benoîte, para encargarle luego que se construyera un santuario y la atención a los peregrinos.

La Salette (Francia, 1846. Rec. 1851)
En las montañas de Grenoble, Maximin Giraud y Mélanie Calvat vieron a la Virgen el sábado 19 de septiembre de 1846. Les anunció que, por los pecados, las uvas se pudrirían. Desde el año siguiente, tres plagas asolaron las vides francesas.

Pontmain (Francia, 1871. Rec. 1871)
Durante la guerra con Alemania, cuyo ejército estaba a poca distancia, un grupo de varios niños vio a la Virgen suspendida en el cielo. Ante su desesperanza, les animó a seguir rezando. Los alemanes no llegaron a invadir la zona.

Roma (Italia, 1842)
Una Virgen igual que la de la Medalla Milagrosa se apareció a Alfonso de Ratisbona, un joven judío, que había aceptado con cierta burla llevar la medalla al cuello. Se convirtió instantáneamente y luego se hizo sacerdote.

Gietrzwald (Polonia, 1877. Rec. 1977)
Dos niñas pobres, Justyna Szafrynska y Barbara Samulowska, de 13 y 12 años, vieron a la Virgen en un trono con el Niño Jesús, enfrente de la iglesia. Las invitó a rezar el Rosario y contestó las preguntas que se le hacían.

Beauraing y Banneux (Bélgica, 1932/3. Rec. 1949)
Sólo unos días separan la última de las apariciones a cinco chicos en Beauring y las que tuvo la pequeña Mariette Béco. En Banneux, una tierra prácticamente estéril, la Virgen se presentó como Virgen de los Pobres.

Amsterdam (Holanda, 1945. Rec. 2002)
El 25 de marzo, la Virgen se apareció a una mujer sencilla, Ida Peerdeman, y lo hizo desde 1945 hasta 1959. Se manifestaba como Señora de Todos los Pueblos, y dictó una oración para proteger de la corrupción, las calamidades y la guerra.

Akita (Japón, 1973. Rec. 1984)
En 1973, sor Agnes Sasagwa, una religiosa japonesa, recibió tres mensajes de la Virgen centrados en la penitencia y la oración de reparación. Además, una imagen de la Virgen situada en el convento, tallada a semejanza de Nuestra Señora de Todos los Pueblos, presentó estigmas, sudó y lloró 101 veces durante seis años.

Kibeho (Ruanda, 1981. Rec. 2000)
Alphonsine Mumureke, de 16 años, vio a la Virgen entre 1981 y 1989. Se ha reconocido que otras dos videntes -una de las cuales no creía a Alphonsine- vieron a la Virgen entre 1982 y 1983. En agosto de 1982, durante horas, la Virgen les mostró imágenes de una masacre, identificada con la guerra de 1994 en el país.

Dado el rigurosísimo proceso que se sigue hasta declarar una aparición como sobrenatural y obra de la Virgen, además de las 15 mariofanías detalladas en estas páginas, hay cientos de casos más -500 sólo en el siglo XX- sobre los que la Iglesia aún no se ha pronunciado.

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