Por si alguien no sabe de él, McCoy es Alberto Artero, director de la página financiera Cotizalia. Desde hace un par de años escribe ahí —como "McCoy"— una columna diaria, titulada “Valor añadido”.
No es habitual que alguien razone en público por qué va a poner su X en la declaración de la renta para financiar a la Iglesia católica. Y menos, que lo haga con gran estilo y profundidad de razonamiento.
Ante este hecho insólito y sin duda con algún tipo de riesgo en la piel de toro, entiendo que debo dar a conocer aquí lo dicho por Alberto Artero, porque de entrada coincido con él en la decisión de poner la misma X en mi declaración de la renta, y porque no sería capaz de razonarlo tan a las claras, con razones de experto financiero, como él lo hace.
Estas son sus razones, publicadas bajo el título La mejor X no es la del porno (versión 2010):
Hoy les voy a abrir mi corazón como probablemente no lo haya hecho nunca. Les voy a dejar entrar dentro de mis convicciones más íntimas. Les voy a acercar a mis coordenadas vitales más estructurales. Les voy a invitar, en la sala de estar de mi alma, a un café de intercambio de ideas en el que sólo les pongo tres condiciones de partida, aun sabiendo que lo que escribo a partir del final del segundo párrafo será motivo de rechazo para unos y adhesión para otros.
Juan José García-Noblejas / Alberto Artero
ALMUDÍ
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