La
falacia de la discriminación, es sencillamente una falacia, porque
nadie discrimina a nadie al separar niños y niñas en la enseñanza
El
Tribunal Supremo ha dictaminado recientemente que dos Comunidades
Autónomas deben denegar el Concierto educativo a unos centros con
educación diferenciada. Jurídicamente no debía ser fácil el tema cuando
los dos Tribunales Superiores de Justicia de esas Comunidades habían
fallado a favor de los colegios. A mí no me interesa entrar ahora en un
galimatías legal, que no entiendo, aunque sí lo suficiente como para
saber que la Constitución española establece —sin restricción alguna— el
derecho de los padres a elegir el tipo de educación que deseen para sus
hijos.