François Hollande fue recibido en audiencia por el papa Francisco el pasado viernes, durante más de media hora. El presidente francés conversó después más detenidamente con el secretario de Estado vaticano. En el núcleo de las entrevistas, estuvieron cuestiones internacionales y, según la información del diario La Croix, Hollande habría expuesto al papa su concepción de la laicidad, muy distinta, sin duda, de la de Nicolas Sarkozy.
Es bien conocida la posición de la Jerarquía católica sobre la política familiar del actual gobierno francés. Junto con las autoridades de las demás confesiones importantes del país vecino, mostró su desacuerdo con la reforma del Código de Napoleón en materia de matrimonio y parentalidad; o con la actualización de la ley Veil, que introduce, en nombre de la paridad entre varón y mujer, la configuración del aborto como derecho. Y, aunque Hollande se ha comprometido a consultarles, muy probablemente se producirá un nuevo distanciamiento si se decide a llevar al parlamento la reforma de la ley Leonetti sobre el fin de la vida.