jueves, 29 de abril de 2021

¿A quién te gustaría parecerte?


«Cuando se han tenido modelos fuertes, potentes, claros… el panorama de la existencia se ilumina de forma extraordinaria. Se trata de seguir esos pasos aproximadamente. Se alcanza así una cierta plenitud, que procede de una gavilla de personas que han servido de focos luminosos. Elegir bien los modelos es clave. Y equivocarse es un enorme error. La vida es un jeroglífico que es necesario descifrar»

¡Qué importante es tener modelos de identidad! Cada uno tiene que ir labrando su personalidad, trabajándola con detalle, de forma artesanal. Cuando yo era un joven estudiante de Medicina tenía, en una libreta muy personal, una lista de gente a la que a mí me gustaría parecerme. Y yo lo decía de una forma clara y tajante: «Cuando sea mayor me gustaría parecerme a…». 

martes, 27 de abril de 2021

El cristianismo, explicado a los periodistas y los niños


«Solo será específicamente cristiano quien ponga el acento en dos cosas, por raro que hoy resulte oírlas: que Jesús murió para salvarle y resucitó»

No ha mucho escaseaban las discusiones sobre el cristianismo por redes sociales, más allá de los habituales círculos de beatas ateas o creyentes. Recuerdo bien Twitter en torno al año 2012, verbigracia. Mi timeline estaba copado por gráficas de economistas que nos explicaban cómo salir de la crisis; de gráficas de politólogos que nos explicaban cómo arreglar España; de gráficas de informáticos que nos mostraban cuán populares eran esos otros dos asuntos.

lunes, 26 de abril de 2021

Valores

 
Para los alumnos de Xabec: En esta entrada encontrarás los enlaces a los valores humanos y cristianos que solemos comentar en nuestras conversaciones. 

La fe es nuestra compañera inseparable: AQUÍ
¿Quién soy yo? ¿Qué sentido tiene mi vida?: AQUÍ
El tesoro de la libertad: AQUÍ
La elección del mal:  AQUÍ
Una brújula para el bien: AQUÍ
El problema del mal: AQUÍ
Cómo ser feliz: AQUÍ
La ley natural: una ley supracultural: AQUÍ
Honradez: AQUÍ
Laboriosidad. Trabajo: AQUÍ
Fortaleza: AQUÍ
Sobriedad. Templanza: AQUÍ
Desconectar en vacaciones: AQUÍ

Aquí tienes buenos testimonios y anécdotas: 
Garba: seré un delincuente o moriré: AQUÍ
Miguel Pérez: un luchador contra el ELA: AQUÍ
El elefante encadenado: AQUÍ
Celia: debajo del camión me encontré con Dios: AQUÍ
Pepa: 15 días en una UCI de la India con covid: AQUÍ

Cuando un padre hace grande al deporte por amor a su hijo: AQUÍ
Los sueños del rey:  AQUÍ
¡Mi amigo se ha quedado en la alambrada!: AQUÍ

Cristina murió con 26 años para salvar a su tercer hijo: «No hay sufrimiento que no merezca la pena»: AQUÍ
Nadal redefine lo imposible: AQUÍ
El piloto millonario que salva vidas por el mundo: AQUÍ
No te rindas: AQUÍ 
Un portaviones en la costa de Finisterre: AQUÍ



Aquí tienes recursos cristianos:

50 preguntas sobre Jesús: AQUÍ
El catecismo recoge el Evangelio de Jesús: AQUÍ
Interrogantes que acercan a Dios: AQUÍ
El Evangelio del día: AQUÍ


Vídeos breves sobre Jesucristo
¿Quién es Dios?: AQUÍ
¿Quién es Jesucristo?: AQUÍ 
¿Qué es la Pasión de Jesucristo?: AQUÍ
Su Resurrección es un hecho histórico: AQUÍ




jueves, 22 de abril de 2021

La persona siempre por delante

«Cuando la muerte se prevé inminente e inevitable, se puede en conciencia renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir sin embargo las curas normales debidas al enfermo en casos similares»

 Hace mucho, mucho tiempo, los médicos -y quienes les ayudaban en la ciencia y las artes de la salud- eran considerados seres con un cierto halo sagrado y hacían un compromiso. Se conocía como el juramento hipocrático, y con él expresaban el sentir de quienes buscaban el bien de sus pacientes como respuesta a la confianza que en ellos depositaban. Entre otros fragmentos incluían esta fórmula de ética profesional:

«Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura».

miércoles, 21 de abril de 2021

‘Orar es, ante todo, acoger una presencia’


Jacques Philippe es, sin duda, uno de los autores espirituales más conocidos de nuestro tiempo

A través de sus numerosas obras y retiros, este autor ha llevado a miles de personas, laicos, sacerdotes, conversos o incluso no creyentes por caminos de oración y vida cristiana en el mundo de hoy.

Omnes recoge en su número impreso de este mes de abril de 2021, una entrevista con este francés, miembro de la comunidad de las Bienaventuranzas que responde a cuestiones de actualidad como el dolor, la libertad o la necesidad de oración en nuestro mundo.

martes, 20 de abril de 2021

La compañía, una buena medicina


La compañía es una buena medicina para combatir la soledad, pero ha sido «eliminada» del listado de estrategias terapéuticas para evitar problemas, creando un gran sufrimiento en los enfermos y en sus familias.

Durante la pandemia de la COVID-19, hemos estado trabajando para encontrar una medicina que curara la enfermedad, hemos investigado para conseguir la vacuna eficaz que nos proteja de la infección. Sin embargo, sobre una medicina −la compañía− de la que disponíamos para combatir uno de los síntomas emocionales de esta pandemia −la soledad− no hemos investigado para poderla emplear de manera intensiva, minimizando algunos de los efectos secundarios psicológicos y emocionales de los confinamientos y el aislamiento social.

viernes, 16 de abril de 2021

Una invitación siempre abierta


Cada santo es un proyecto de Dios para llevar el Evangelio a su propio tiempo. ¿Qué aspectos de la vida de Jesús desean encarnar los fieles del Opus Dei?

Cuando aquel rey invitó a los convidados a la boda de su hijo, pensaba que escribía a amigos y personas cercanas, que estarían encantadas de dejar lo que tenían entre manos por compartir con él la alegría del momento. Pero se equivocaba. Como apunta lacónicamente el texto evangélico: «No quisieron ir» (Mt 22,3). Al monarca le pareció que debía de haber un malentendido, así que mandó a los invitados un nuevo mensaje, esta vez más claro: «Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda» (v.4). 

jueves, 15 de abril de 2021

Formarse, la tarea de una vida

 

La lectura de ‘Fundamentación de la teoría de la formación’, de Romano Guardini es una propuesta válida para todos aquellos que estén interesados en la formación, ya sea como tarea profesional, ya sea como un elemento más de su horizonte vital

Entre los grandes pensadores cristianos del siglo XX brilla con luz propia Romano Guardini (1885-1968): la profundidad y originalidad de su pensamiento se combina con una amplitud de intereses que hacen de él un referente en multitud de ámbitos. Son bien conocidos, por ejemplo, La esencia del cristianismoEl Señor o El espíritu de la liturgia, escritos del Guardini teólogo que abren perspectivas novedosas en el ámbito de la teología fundamental, la cristología o la liturgia.

jueves, 8 de abril de 2021

Una ley supracultural

   En mi trabajo docente encontré, hace años, un fragmento del Libro egipcio de Los Muertos, del Imperio Nuevo - siglo XIII antes de Cristo -, que dice así:

«Traigo en mi corazón la verdad y la justicia, pues he arrancado de él todo mal.
No he hecho sufrir a los hombres.
No he tratado con los malos.
No he cometido crímenes.
No he hecho trabajar en mi provecho con abuso.
No he maltratado a mis servidores.
 No he blasfemado de los dioses.
No he privado al necesitado de lo necesario para su subsistencia.
No he hecho llorar.
No he matado ni mandado matar. 

miércoles, 7 de abril de 2021

La visión universalista de la ley natural

 

La diversidad de culturas plantea hoy con urgencia la necesidad de un terreno moral común, y por otro lado parece hacer imposible encontrarlo. En realidad, esa misma pluralidad ofrece una clave para descubrir lo universalmente válido en la naturaleza humana, señala el filósofo alemán Robert Spaemann. Este es  un extracto de la conferencia que Spaemann pronunció el 28 de marzo de 2006 en la Universidad de Navarra, en el curso de las XLIV Reuniones Filosóficas, que este año han versado sobre el tema “La ley natural” (1).

¿Hay algo así como “lo justo por naturaleza”? ¿Tiene sentido y, si lo tiene, cuál, utilizar palabras como “naturaleza” y “natural” en el enjuiciamiento de acciones humanas? ¿Y hacemos uso de un argumento moral, esto es, de un argumento último y absoluto contra una acción cuando decimos que dicha acción es antinatural, contraria a la naturaleza o contra el derecho natural?

martes, 6 de abril de 2021

La abolición del hombre

 

C. S. Lewis (1898-1963) ha sido uno de los intelectuales más importantes del siglo XX y uno de los escritores más influyente de su tiempo. En 1943 publicó “La abolición del hombre” ("The Abolition of Man") que, en su brevedad, es uno de sus libros más lúcidos y que aportan un diagnóstico más certero sobre lo que ocurre en la sociedad actual. Hace poco ha sido reeditado en español.

El párrafo inicial del pequeño libro parece haber sido escrito en la actualidad teniendo en la mente la asignatura “Educación para la ciudadanía” (EpC) impartida en enseñanza española desde hace años. Y la reciente ley de educación. Dice así: Dudo de que estemos suficiente atentos a la importancia que tienen los libros de texto de la enseñanza primaria. Esta es la razón por la que he elegido como punto de partida para estas reflexiones un pequeño libro de Lengua destinado a los ‘niños y niñas de ciclo escolar básico’. 

lunes, 5 de abril de 2021

Pasión del centinela del sepulcro

Escribe Juan Manuel de Prada: 

Los sumos sacerdotes y los fariseos pidieron al gobernador que nos pusiera a custodiar el sepulcro de Jesús, para evitar que sus discípulos vinieran de noche y se llevaran su cuerpo. Y Poncio Pilatos, que no quiere meterse en líos con Caifás y sus secuaces, además de concederles su petición, les dejó que sellaran el sepulcro con una pesadísima rueda de molino. 

Pero de nada sirvieron todas estas argucias de hombres ofuscados contra quien allí estaba enterrado, que era algo más que un hombre y mucho más que los dioses que veneramos en el Lacio. Con estos ojos que permanecieron abiertos aquella noche lo vi abandonar la tumba y apartar aquella rueda de molino como si apartara una leve cortina de gasa; y con esta boca lo conté a quien quiso escucharme.

Llegó con tres heridas


Tres heridas, infinitas y consecantes, que van indefectiblemente unidas a la vida humana

Leyendo el último −y de nuevo magnífico− libro de Josep María Esquirol, me topo de lleno con este poema de Miguel Hernández, apenas recordado de mis lecturas del Bachillerato:

Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.

Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.

Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.

Y siento estos versos como ecos muy cercanos de lo que acabamos de vivir intensamente en el Triduo Pascual y que sólo la intuición de un gran poeta es capaz de enmarcar.

jueves, 1 de abril de 2021

El tesoro de la libertad

Gracias a la libertad inteligente, la persona humana posee la admirable posibilidad de autodeterminarse y elegir. Y la posee en exclusiva.

La oveja siempre temerá al lobo, y la ardilla siempre vivirá en las copas de los árboles. Solo saben desempeñar, como cualquier otro animal, un papel necesariamente específico, invariablemente repetido por los millones de individuos que componen la especie, quizá durante millones de años. El hombre, por el contrario, elige su propio papel, lo escribe a su medida con los matices más propios y personales, y lo lleva a cabo con la misma libertad con que lo concibió: por eso progresa y tiene historia. Visto un león, decía Gracián, están vistos todos, pero visto un hombre, solo está visto uno, y además mal conocido.

¿Quién soy yo? ¿Qué sentido tiene mi vida?

¿Quién soy yo? ¿Qué sentido tiene mi vida?

Jesucristo nos revela que Dios es nuestro Padre, que nos ha creado a su imagen y semejanza. Formó el cuerpo de nuestros primeros padres (Adán y Eva) e infundió en ellos un alma espiritual. En nuestro caso, creó nuestra alma y la infundió cuando fuimos concebidos por nuestros padres.

Jesús nos dice que nos ha creado para conocerle, amarle y seguirle en nuestra vida ordinaria (familia, trabajo, amigos, compañeros, etc) construyendo un mundo más solidario y justo. En la cercanía de Jesús se descubre la belleza y grandeza de la vida ordinaria. La felicidad y la alegría inundan nuestro corazón si seguimos la guía del evangelio.

Adán y Eva habían recibido el don de la inmortalidad, pero lo perdieron al no ser fieles. Con su muerte en la Cruz, Jesús ha vencido a la muerte y nos abre el camino hacia la vida eterna que conseguiremos siguiéndole en esta vida.

La fe es nuestra compañera inseparable

 

Si lo piensas un poco todo lo que conocemos proviene de la fe, de la confianza en los demás: padres, profesores, amigos, libros (de ciencia, técnica, valores, etc), de wikipedia, de medios de comunicación, de redes sociales. La mayoría de las cosas que sabemos no las hemos comprobado. Las hemos aceptado por confianza en la fuente de información. No tenemos tiempo para comprobarlo racionalmente todo. La vida es muy corta para eso. El progreso de la humanidad desde los orígenes hasta ahora descansa en la fe, en la confianza en los demás.

Dicho esto, coincidirás conmigo que Jesucristo es MÁXIMAMENTE FIABLE por la prueba definitiva que nos da: su resurrección. Después de su resurrección lo trataron cientos de discípulos que se convirtieron en testigos fiables de su resurrección. Jesús es la única persona que ha resucitado, pues lo ha hecho siendo el primer hombre que resucita a la Vida definitiva.

El problema del mal

    ¿Cómo se puede seguir confiando en Dios, que se supone Padre misericordioso, en un Dios que –como revela el Nuevo Testamento– es el Amor mismo, a la vista del sufrimiento, de la injusticia, de la enfermedad, de la muerte, que parecen dominar la gran historia del mundo y la pequeña historia cotidiana de cada uno de nosotros? Es la pregunta de un periodista italiano, Vittorio Messori, al obispo de Roma.

Una brújula para el bien

Sabemos que por ser libres estamos obligados a elegir, pero no estamos obligados a acertar. Por eso necesitamos una brújula que nos oriente en la azarosa navegación de la vida. Ahora señalamos a la conciencia como el instrumento que se encarga de señalar el rumbo, de distinguir el bien y el mal. 

 La conciencia es la misma inteligencia que juzga sobre la moralidad de nuestros actos. Por tanto, no se trata de una voz misteriosa ni de un oráculo profético: es, simplemente, la razón que juzga la bondad o maldad de nuestras acciones. 

La elección del mal

   
           Pertenece a la perfección de la libertad el poder elegir caminos diversos para llegar a un buen fin. Pero inclinarse por algo que aparte del fin bueno –en eso consiste el mal– es una imperfección de la libertad.

    Sabemos por experiencia que el carácter instrumental de la libertad hace que su uso pueda ser doble y contradictorio, como un arma de dos filos que puede volverse contra uno mismo o contra los demás: esclavitud, asesinato, alcoholismo, drogadicción, y también simple pereza, irresponsabilidad, mal carácter, cinismo, envidia, insolidaridad...

    ¿Por qué elegimos mal? Nadie tropieza porque ha visto el obstáculo, sino por todo lo contrario. Del mismo modo, cuando libremente se opta por algo perjudicial, esa mala elección es una prueba de que ha habido alguna deficiencia: no haber advertido el mal o no haber querido con suficiente fuerza el bien. En ambos casos, la libertad se ha ejercido defectuosamente, y el acto resultante es malo.