Tu matrimonio será el mayor compromiso que adquieras en tu vida. Es decir, te vas a “comprometer” a unir tu vida a otra persona compartiéndole, no sólo tus bienes y riquezas sino también lo que te es más íntimo, tu vida emotiva, tus sentimientos, tus sueños, tus proyectos para el futuro, tus valores, etc. Mejor dicho, se trata de darte libremente y por completo a la otra persona.
Esta entrega supone igualmente, recibir la donación del otro. Es decir, la aceptación del otro tal cual es, de tal manera que encuentre en mí comprensión, tolerancia, respeto. Y esto debe ser recíproco, es decir la entrega debe ser generosa y de ambos lados, de tal manera queninguno quede engañado o se sienta minusvalorado. Por eso al casarte te comprometes también a tener la suficiente delicadeza para agradecer todos los detalles y gestos de amor que te entregan, por insignificante que parezcan, y a estar atento a lo que dices o haces, de tal forma que tu amado no se ofenda.
Esta capacidad de entrega va a ser lo que haga de tu vida de pareja una relación feliz, donde cada uno pueda seguir creciendo como persona, como pareja y, cuando lleguen los hijos, como familia.
Entre más puedas compartir con tu pareja lo que eres, lo que tienes, tus ideas e ideales, así como lo que sientes y deseas, la unión indisoluble que esperas tener al contraer matrimonio, será cada vez más fuerte.
¿Qué se comparte?
• Por el hecho de estar basado en una alianza irrompible, en el matrimonio se crea la confianza necesaria donde cada cual se debe sentir libre de compartir desde sus más profundos y sinceros anhelos hasta los mas excéntricos sueños.
• Debemos poder compartir nuestros ideales, ilusiones, deseos, problemas, limitaciones, frustraciones, fracasos, triunfos.
• Se comparte el mismo espacio (casa) y el tiempo extra que el trabajo nos deja.
• También se debe tener una economía en común.
• Se da la libertad y confianza para compartir nuestros cuerpos en la relación íntima propia del matrimonio.
serpersona.info
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