La fiesta de la democracia; La cita de todos los demócratas; Una fecha para ejercer nuestros derechos. Os invito a leer esta buena entrada de Alfa y Omega
Los tópicos y las frases hechas abundan en los días previos a cualquier convocatoria electoral, y los candidatos de todos los partidos se afanan por convencer a los ciudadanos de que participen en los comicios (votándoles a ellos, claro). Sin embargo, en las elecciones del próximo 22 de mayo usted puede hacer mucho más que calibrar el bien mayor o el mal menor, o introducir su voto en la urna
En septiembre de 2010, el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, don Tomás Gómez, criticaba que el Gobierno presidido por doña Esperanza Aguirre ha hecho gala «de posiciones muy extremas en lo educativo», al favorecer la creación de colegios «del Opus Dei, Comunión y Liberación, y Legionarios de Cristo», y avisaba de que «eso se va a modificar» si él llega a gobernar. Como consecuencia, en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, los padres que llevan a sus hijos al colegio Alborada -concertado, de educación diferenciada y afín al Opus Dei- se han vistos sometidos a un goteo de críticas del PSOE local, con amenazas de una posible retirada del concierto. La dirección del centro, incluso, ha tenido que explicar a las familias que el colegio seguirá siendo concertado y que esos dimes y diretes son frecuentes en época electoral: por una parte, se intenta tachar a la enseñanza concertada y diferenciada de radical, se descalifica a las autoridades que no se oponen a este modelo y se extiende un rumor para disuadir a las familias de matricular a sus hijos, en próximos cursos. Se esté de acuerdo con Gómez o con Aguirre, el ejemplo muestra que las decisiones de un Gobierno autonómico tienen gran impacto en la vida diaria de los españoles; y, por tanto, ante las elecciones del 22 de mayo, es crucial que los ciudadanos exijan a los candidatos las medidas necesarias para una sociedad más justa.
A pesar de que las leyes que elabora el Gobierno de la nación son las que vertebran el sistema político en España, competencias tan importantes como Educación o Sanidad están transferidas a las Comunidades Autónomas. Y en ámbitos como las políticas sociales, o las ayudas a la familia, a la maternidad, a la juventud y a la tercera edad, su margen de maniobra es muy amplio. Un Gobierno autonómico puede acelerar, paliar o neutralizar los efectos de una ley nacional y, por ejemplo, favorecer la conciliación laboral y familiar, aplicar criterios de exigencia en el sistema educativo, o introducir la eutanasia en la sanidad.
Para ayudar a discernir, con rigor crítico, entre las diferentes opciones políticas que entran en liza el 22-M, numerosos obispos han dado orientaciones a los fieles, pero sin pedir el voto para ningún partido -en contra de lo que afirma cierta propaganda electoral-. Los siete obispos de la Provincia eclesiástica de Madrid, por ejemplo, han elaborado una Nota en la que recuerdan los puntos que debe tener en cuenta un político que busque el bien común por encima del interés partidista: la defensa del derecho a la vida, «desde su concepción hasta su muerte natural»; «el respeto a los lugares de culto y a los signos religiosos» y «la tutela de la expresión pública de las convicciones religiosas»; la «promoción esmerada de la familia» y del matrimonio; el respeto al «derecho de los padres a educar a sus hijos» según «sus convicciones religiosas, morales y pedagógicas»; y la promoción de «un orden económico justo», que cree puestos de trabajo y ayude a los más afectados por la crisis: «inmigrantes, enfermos, ancianos, dependientes...»
Las cosas que sí interesan
Pero, aunque ciertos líderes se afanen por pregonar su supuesta cercanía al ciudadano, los políticos no siempre se hacen eco de las cosas que le interesan a la gente. Así, a pesar de que la familia se ha revelado como el principal colchón para paliar los efectos de la crisis, las Comunidades apenas crean cultura de la familia, y la mayoría de los candidatos hablan más de paro y de mercados que de economía doméstica. Como denunciaba el informe del Instituto de Política Familiar Ayudas a las familias en la Comunidades Autónomas, sólo cinco Autonomías dan ayudas para pedir excedencia por el cuidado de los hijos (Castilla-León, Baleares, Navarra, País Vasco y La Rioja); y sólo seis (Madrid, Canarias, Baleares, Castilla-León, Valencia y Murcia) dan ayudas para guarderías. También brillan por su ausencia los apoyos a las familias numerosas, o las medidas de conciliación familiar y laboral (como racionalizar horarios o premiar a las empresas familiarmente responsables): según el Centro Internacional Trabajo y Familia, el 70% de las españolas no pueden hacer compatible su vida personal y laboral; y la Federación de Familias Numerosas denuncia que los grandes hogares se sienten penalizados por el número de hijos. ¿Sabe usted qué proponen los candidatos de su Comunidad para ayudar a las familias? Pues es hora de reclamarlo...
También la Educación debe ser una prioridad para las Comunidades. Del Gobierno autonómico depende la aplicación del modelo de conciertos y la creación de nuevos centros, la formación y remuneración del profesorado, el número de alumnos por aula, la transparencia en los resultados del informe PISA, las medidas para combatir el fracaso escolar, el tratamiento a los objetores a Educación para la ciudadanía, la propuesta de qué grupos impartirán (o no) talleres de Educación Sexual, o los requisitos para solicitar plaza en un colegio.
Las claves de la educación
Don Luis Carbonel, Presidente de Concapa, plantea algunas preguntas que cada votante debe lanzar al candidato que aspire a gobernar: «¿Admite que los padres somos los primeros educadores, o dice que es el Estado quien debe educar? ¿Cómo defiende mi derecho a elegir un centro y una enseñanza conforme a mis convicciones? ¿Imparte una Educación Sexual contraria a mis convicciones, quiera yo o no quiera? ¿Va a transmitir criterios ideológicos en las aulas? ¿Es gratuito el Bachillerato (hoy, sólo lo es en Navarra y Valencia)? ¿Facilita la creación de centros concertados, a demanda de los padres, o pone trabas?...» Preguntas a las que se podrían sumar otras: ¿qué hace con los objetores a EpC? Porque el trato en Comunidades, incluso del mismo signo, como La Rioja y Castilla-León, ambas del PP, va del apoyo a los padres al acoso a los menores; ¿apoya la asignatura de Religión, o la boicotea?; ¿propone ayudar sólo a los alumnos que van peor, o también incentivar a los mejores?; ¿dice crear centros bilingües por añadir alguna hora más de inglés, como Andalucía, por obligar a los profesores a impartir su asignatura en ese idioma, como Madrid, o por contratar a docentes preparados para dar clase en inglés? Como resume Carbonel, «lo importante es si su idea de mejorar el sistema consiste en becas y ordenadores, o en cambiar la forma de enseñar».
El lector puede añadir cuestiones sobre sanidad, desempleo, inmigración... Y, lo que es más importante, exigir que sus candidatos respondan y se comprometan. Así podrá votar al bien mayor, y no sólo al mal menor. Porque lo que está en juego el 22-M es más que meter su voto en la urna.
José Antonio Méndez
Algunas exigencias para plantear a su candidato
La participación ciudadana ante unas elecciones no se agota en el análisis crítico de los programas electorales de los candidatos, o en el hecho de introducir la papeleta en la urna. Sobre todo, porque hay cuestiones de vital importancia que no salen a relucir en los debates televisados, ni en las promesas de futuro. Éstas son algunas medidas que usted puede adoptar para conocer qué piensan sobre temas cruciales quienes aspiran a representarle, e, incluso, cómo puede arrancarles un compromiso:
* Primero, analice qué promesas hizo quien le gobierna, para ver qué ha cumplido y qué no; y qué alternativas ofrece la oposición. La honradez y la fidelidad a la palabra dada son el punto de partida.
* Como los partidos se muestran más cercanos a los ciudadanos en vísperas de unas elecciones, puede llamar por teléfono o escribir un e-mail a los grupos políticos que aspiran a gobernar su Comunidad, y preguntar qué piensan hacer los candidatos para defender la familia, cuándo creen que empieza la vida, qué modelo educativo quieren desarrollar... E insista hasta obtener una respuesta concreta.
* Hay palabras clave que obligan a definirse al político más escurridizo: aborto, Educación para la ciudadanía, eutanasia, matrimonio gay, Educación sexual, colegios concertados, Dios, ¿España es un Estado aconfesional, o un Estado laico?, ¿busca el bien común, o el interés general?
* Si coincide con un candidato en un acto público, y hay periodistas, aproveche para preguntarle sobre el tema que a usted le preocupa, e intente que se comprometa en su respuesta.
* Si pertenece a una asociación (vecinal, de padres de alumnos, cultural...), elabore y haga llegar sus propuestas a los candidatos, y reclame una respuesta. Si un candidato se compromete a algo, sea lo que su asociación reclama o todo lo contrario, pídalo por escrito y hágalo público, p.e. escribiendo a un periódico.
* Primero, analice qué promesas hizo quien le gobierna, para ver qué ha cumplido y qué no; y qué alternativas ofrece la oposición. La honradez y la fidelidad a la palabra dada son el punto de partida.
* Como los partidos se muestran más cercanos a los ciudadanos en vísperas de unas elecciones, puede llamar por teléfono o escribir un e-mail a los grupos políticos que aspiran a gobernar su Comunidad, y preguntar qué piensan hacer los candidatos para defender la familia, cuándo creen que empieza la vida, qué modelo educativo quieren desarrollar... E insista hasta obtener una respuesta concreta.
* Hay palabras clave que obligan a definirse al político más escurridizo: aborto, Educación para la ciudadanía, eutanasia, matrimonio gay, Educación sexual, colegios concertados, Dios, ¿España es un Estado aconfesional, o un Estado laico?, ¿busca el bien común, o el interés general?
* Si coincide con un candidato en un acto público, y hay periodistas, aproveche para preguntarle sobre el tema que a usted le preocupa, e intente que se comprometa en su respuesta.
* Si pertenece a una asociación (vecinal, de padres de alumnos, cultural...), elabore y haga llegar sus propuestas a los candidatos, y reclame una respuesta. Si un candidato se compromete a algo, sea lo que su asociación reclama o todo lo contrario, pídalo por escrito y hágalo público, p.e. escribiendo a un periódico.
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