El
Papa hace una lectura teológica de los Evangelios de Mateo y Lucas pero
también un análisis histórico, con referencias a otros exegetas, cuyas
obras presentó ya como referencia en los dos volúmenes anteriores
En una línea contracultural respecto al mundo contemporáneo, Benedicto XVI
culmina su trilogía sobre “Jesús de Nazaret”, iniciada en el 2007, con
un canto al amor humilde de los protagonistas de los “Evangelios de la
Infancia” narrados por Mateo y Lucas. El libro será presentado en Roma el martes y llega a las librerías en los principales idiomas del mundo el miércoles.
El Papa explica en el prólogo que «no se trata del volumen tercero» sino de un pequeño “hall de entrada”
a los dos libros precedentes en los que abordó la vida pública de Jesús
(2007) y los episodios de su pasión y muerte (2011). Inquieto por su
salud, Benedicto XVI decidió ir publicando cada parte a medida que la
terminaba al no estar seguro «de que me lleguen las fuerzas» para terminar la empresa. Ahora, al cabo de cinco años, respira aliviado. «Finalmente puedo poner en las manos del lector el pequeño libro prometido hace tanto tiempo sobre la infancia de Jesús».
En 140 páginas de «diálogo con los textos»
de Mateo y Lucas, el autor descubre el hilo conductor esencial. Es una
historia de amor y, más en concreto, de amor humilde de la gran mayoría
de los personajes, empezando por un Dios que se abaja a encarnarse como
ser humano y nace en un establo. Pero también amor humilde de María, su prima Isabel, José, los pastores, los Magos, el anciano Simeón, la profetisa Ana, hija de Fanuel, etc.
Se
trata de personajes de gran corazón y, a la vez, de una asombrosa
humildad, incluidos personajes muy cultos y ricos como los Magos de
Oriente. En llamativo contraste aparecen, en cambio, el orgullo del
emperador Augusto, que ordena un censo para actualizar los impuestos y, sobre todo, la paranoia criminal de Herodes,
obsesionado con cualquier peligro a su poder hasta el punto de asesinar
no sólo a los niños inocentes sino también a miembros de su propia
familia.
Los grandes pensadores van siempre a lo esencial, y los cuatro capítulos de “Jesús de Nazaret - Los Evangelios de la Infancia”
muestran que la gloria de Dios se manifiesta en la humildad y que el
verdadero amor es siempre humilde, sacrificado, perfectamente compatible
tanto con la riqueza como con la pobreza. La síntesis de lo que
Benedicto XVI presenta ahora podría resumirse volviendo al título y
mensaje de su primera encíclica: «Dios es amor».
Comportamiento de José
El Papa se adentra en el comportamiento de José,
quien decide no repudiar en público a María por una aparente
infidelidad, que significaría la pena de muerte por lapidación. De ese
modo, José «vive su vida como el Evangelio. Busca el camino que armoniza el amor y la ley».
El
autor estudia el contraste entre los Reyes Magos y Herodes, que
utilizan las profecías y los textos religiosos para fines absolutamente
opuestos: adorar al Mesías o intentar matarlo de pequeño. Esa antítesis
refleja, según el Papa, «la ambivalencia de la religión en general.
Puede ser un camino hacia el conocimiento verdadero, hacia Jesucristo.
Sin embargo, cuando no lleva a abrirse a Él sino que se opone al único
Dios Salvador, se vuelve demoniaca y destructiva».
El
epílogo aborda el episodio final de la infancia de Jesús, cuando se
aleja subrepticiamente de María y José para quedarse en Jerusalén
aprendiendo de los doctores en el Templo. Esos tres días de separación,
angustiosa para sus padres, son ya un adelanto de los tres días en el
sepulcro, antesala de la Resurrección.
El
Papa hace una lectura teológica de los Evangelios de Mateo y Lucas pero
también un análisis histórico, con referencias a otros exegetas como Joachim Gnilka y Klaus Berger, cuyas obras presentó ya como referencia en los dos volúmenes anteriores junto con John P. Meier y Rudolf Schnackenburg.
El conjunto supone un verdadero itinerario para conocer a Jesucristo a
fondo, tanto en el aspecto esencial, el religioso, como en el
científico-histórico.
En
esta última entrega, que irá al principio de la trilogía cuando se
publique como volumen único, Benedicto XVI comparte ideas de Jean Danielou y Rene Laurentin. El Papa conoce muy bien a los demás especialistas, y un regalo suplementario de “Jesús de Nazaret”
es que sus referencias bibliográficas son una espléndida hoja de ruta
para quien quiera adentrarse más y más en el principal personaje de la
historia humana.
Juan Vicente Boo
ABC / ALMUDI
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