Dejando a un lado la intriga, nos centramos en el fondo, en el mensaje que el autor nos transmite.
Hablamos de clásicos, concretamente en literatura, cuando un libro admite varias lecturas, lecturas a veces distanciadas en el tiempo. No es lo mismo leer el Quijote a los 16 años que a los 40 o a los 60. 
Y eso le pasa a la famosa y breve novela de Stevenson, célebre como pocas: El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Solo por el hecho de haberla leído una vez, la segunda es mucho más sustanciosa, precisamente porque ya está desecho el misterio y, dejando a un lado la intriga, nos centramos en el fondo, en el mensaje que el autor nos transmite.