martes, 22 de noviembre de 2022

El derecho a la intimidad y la privacidad


El derecho a la intimidad y a la privacidad es uno de los que más ha sufrido por el avance de la tecnología. El hecho de que nuestros datos se hayan convertido en un bien preciado demanda una actualización de las leyes que lo regulan.

La necesidad de intimidad es parte del ser humano. Para poder desarrollarnos y gestar nuestra identidad y personalidad hemos de comprender determinados aspectos de nuestra vida individual. De este modo, entendemos que los seres humanos tenemos una vida privada, aquella parte que no está consagrada a una actividad pública y en la que terceros no han de tener acceso.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Iglesia en Centroeuropa: “No temas; basta que tengas fe”


En las últimas décadas se registra una erosión de la vida cristiana en países de larga tradición, por ejemplo en Centroeuropa. Sin embargo, el autor señala que hay muchos motivos para el optimismo, y ofrece una pauta para seguir adelante

Klaus Küng en omnesmag.com

En la homilía de la Misa conclusiva del Congreso Eucarístico en Budapest, el Papa Francisco partió de la pregunta de Jesús a los discípulos: “Y vosotros, ¿quién decís que soy?” (Mc 8, 29).

El Papa dijo que esta pregunta puso en dificultad a los discípulos y marca un cambio de rumbo en su camino en pos del Maestro. «Ellos conocían bien a Jesús, ya no eran principiantes. Tenían familiaridad con Él, habían sido testigos de muchos de sus milagros, se maravillaban de su enseñanza, lo seguían adonde quiera que fuese, pero, sin embargo, no pensaban como Él. Faltaba el paso decisivo, eso que va de la admiración a la imitación de Jesús». 

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Chesterton y el tren de la eternidad


Todos andamos en esa aventura terrena, comparable a un viaje en tren, del que ofreceré algunas reflexiones de carácter trascendente

Noviembre vuelve a nuestro caminar terreno avivando la nostalgia de las personas queridas que ya partieron. El creyente sabe que la raíz última del amor natural que despierta la nostalgia se encuentra en el Amor que Dios nos tiene. Es como si al crear el alma humana, le hubiera dejado una huella indeleble del amor eterno que viven las personas divinas. Esto explicaría el ansia de amor y felicidad insaciables que sentimos.