C. S. Lewis publicó en 1942 un libro muy original. Era un conjunto de cartas breves que un demonio ya anciano escribe a un demonio joven, sobrino suyo, para enseñarle el oficio de tentar a los humanos. Pronto se tradujo al castellano con el título “Cartas del diablo a su sobrino”.
La singularidad de su planteamiento, su buen estilo literario y la agudeza del autor, hicieron de este título uno de los más apreciados y brillantes de Lewis.