Charlamos con el director general del Foro de la Familia, una asociación de asociaciones que representan a más de 4 millones de familias españolas
Fuente: omnesmag.com
Javier Rodriguez director general del ‘Foro de la Familia’, ha conversado con ‘Omnes’ sobre una ley integral de familia y un pacto de Estado por la Maternidad y la Natalidad, en torno a las recientes palabras del Papa Francisco en un acto de asociaciones familiares al que asistió el presidente Mario Draghi.
El Pontífice inauguró hace unos días en Italia los denominados Estados Generales de la Natalidad, promovidos por el Foro de Asociaciones Familiares. Un acto en el que estuvo presente el primer ministro italiano, Mario Draghi. “Sin natalidad no hay futuro”, dijo el Papa. Hay que “invertir” esta tendencia para “volver a poner a Italia en movimiento, a partir de la vida, a partir del ser humano”, añadió Francisco al comienzo de su discurso.
“Italia se encuentra desde hace años con el menor número de nacimientos de Europa”, señaló el Santo Padre, “que se está significando en el viejo continente no ya por su gloriosa historia, sino por su avanzada edad. Este país nuestro, en el que cada año es como si desapareciera una ciudad de más de doscientos mil habitantes, alcanzó en 2020 el número más bajo de nacimientos desde la unidad nacional: no sólo por la Covid, sino por una continua y progresiva tendencia a la baja, un invierno cada vez más duro”.
En torno a este discurso, y con los datos aportados por el Papa Francisco, parecía lógico charlar en España con una voz autorizada en temas de familia y natalidad, Javier Rodríguez, director general del Foro de la Familia, una asociación de asociaciones que representan a más de 4 millones de familias españolas.
El Papa citó en su discurso al presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, cuando señaló que “las familias no son el tejido conectivo de Italia, las familias son Italia”. El Foro de la Familia ha propuesto 50 medidas de política familiar. Hábleme de ellas.
Son medidas que solicitamos nosotros desde el Foro. Que se hagan políticas para invertir en familia. Tenemos un documento tanto de medidas de política familiar de ámbito nacional, para las competencias del gobierno central, que son 50; luego tenemos 100 medidas de política familiar autonómicas; y tenemos también 25 locales. Están elaboradas por un conjunto de expertos: unos han aportado en temas fiscales, otros en el ámbito educativo; apoyo a la vida y a las madres; acceso a la vivienda, ocio, etcétera. Ponemos las medidas a disposición de todos los partidos, para que las incorporen.
Suele decirse que gobernar es priorizar, entre otros factores. Si tuviera que lanzar un mensaje a la sociedad española, ¿qué destacaría ahora?
Venimos pidiendo desde hace muchísimos años, y sigue sin existir, una ley integral de Familia, a nivel de gobierno central, que aúne todos los criterios, con una perspectiva de familia que inspire las leyes, y que reconozca el papel fundamental de la familia en la sociedad. Y en segundo lugar, un pacto de Estado, o dos, entre todos los partidos políticos. Uno por la maternidad y la natalidad; y otro por la Educación, que reconozca la libertad, y no dependa de los gobiernos de turno. Demos a los niños y a sus padres un marco más estable, que no cambie cada cuatro u ocho años. Esto para las leyes.
Y luego, pensando en la sociedad, que tenga criterio, que no se deje llevar por las corrientes de moda, que tantas veces están bien regadas financieramente hablando, y pueden ser autodestructivas para el ser humano, para la familia, para la dignidad de las personas. Hay cosas que son buenas al margen de las voluntades y las modas, y hemos de ser capaces de reconocer lo bueno, para protegerlo y defenderlo.
Inversión en familia. Está bastante reconocido que en las recientes crisis, la familia ha sido la red en la que muchos se han apoyado. En momentos de paro y de dificultades, ahí están los abuelos o los padres y los hermanos para echar un cable. ¿Se reconoce esto con medidas concretas?
El año pasado, con el confinamiento, y cuando comenzaba a asomar de nuevo la crisis económica, fue otra vez la familia, que surge siempre como salvavidas, como red. En la familia es donde cada uno adquiere todo su potencial, y en la familia uno es querido por ser quien es, no por lo que piensa ni por lo que gana. Ahí siempre encontramos la ayuda y un hogar.
Lo que nosotros decimos es que ese sacrificio no tiene por qué exigirse por los poderes públicos, porque nos encargamos cada uno de cuidar nuestra familia. Es decir, lo vamos a hacer aunque no nos lo pidan. Pero lo que sí solicitamos es un reconocimiento. Lo que no es coherente es que se exija el sacrificio por parte de quienes no asumen ningún tipo de sacrificio. Tendríamos que ir todos en el mismo barco.
El Papa ha criticado la situación en la que se encuentran tantas mujeres en el trabajo, temerosas de que un embarazo pueda suponer un despido, hasta el punto de llegar a ocultar su barriga, y ha lanzado un grito: “¡Mujeres, no escondan su vientre! Hábleme de la vida, y del aborto, que sigue teniendo en España unas cifras dramáticas (casi cien mil abortos al año).
Ahora hay muchas facilidades públicas para acabar con la vida, y sin embargo no las hay para continuar con la vida quien quiera continuar y se encuentre con dificultades. Los únicos apoyos son iniciativas privadas. Animamos por tanto a que exista una red pública para ayudar a quien quiera continuar y proteger un embarazo y esté en dificultades. Que estas madres encuentren también apoyos públicos, no sólo la salida. Pasa lo mismo con el final de la vida, con la eutanasia. Las únicas “soluciones” que se proponen son abandonar. ¿Y quién no quiera abandonar, cómo les ayudamos?, Con medidas respetuosas con la vida y la dignidad.
“Animamos por tanto a que exista una red pública para
ayudar a quien quiera continuar
y proteger un embarazo y esté en dificultades”
El Papa ha calificado la situación italiana de “invierno demográfico”. Usted se ha referido hace unos días en TRECE tv a la alarmante tasa de fecundidad en España, 1,24 hijos por mujer, que no llega al reemplazo generacional, y que lleva así años. A veces se argumenta que teniendo más capacidad económica, más renta per cápita, mejorará la natalidad. Sin embargo, hay países con menor renta que tienen una tasa de fecundidad más alta. ¿Qué opina?
No hay que irse a otros países. En España ha sucedido esto. Podemos fijarnos en años en los que sí había reemplazo generacional mientras la situación en el plano laboral y económico era peor.
Viene muy bien que haya más conciliación, más facilidades fiscales, vivienda más asequible, empleo más estable…. Pero desde un punto de vista cultural, la mentalidad de no afrontar compromisos parece seguir ahí. ¿O no? Además, esto es un tema de los dos…
En efecto, está muy extendida la visión de que hay que tener muy bien atado, que todo vaya perfecto según lo planeado, la situación económica boyante, etc., para lanzarse a formar una familia. Sin embargo, esa situación no es lo común en la vida.
La vida es una sucesión de circunstancias muchas veces inciertas, que tantas veces escapan a nuestro control, y hay condicionamientos que no dependen de lo que nosotros queremos. Con lo cual, si vas a esperar a formar una familia a tenerlo todo perfecto según lo planeado, pues no sé si dará…; pero es el chip que está ahora extendido.
Nosotros apostamos porque invertir en familia, también en el plano personal, merece la pena, mucho más que en cualquier otra cosa. Luego, a todo se adapta uno, y con buenos apoyos, también por parte de los poderes públicos, con un clima favorable a la maternidad y a la familia, todo sería más sencillo.
Para ese pacto de Estado por la Maternidad y la Natalidad, ¿qué dificultades ve? ¿Incluiría también a la sociedad civil?
Claro. Pensamos en un pacto de Estado que incluya tanto a partidos políticos como a agentes de la sociedad civil, empresas, sindicatos, medios de comunicación, instituciones deportivas, todo. Un pacto de Estado con todos los agentes sociales implicados. ¿Qué es lo que lo impide? Últimamente estamos viendo demasiadas ideologías irreconciliables entre sí, y poco trabajo por el bien común. Mientras eso no cambie, está difícil. Nosotros animamos siempre a que se abandonen las ideologías para trabajar por el bien común. Qué más da a quién vote cada uno, o qué piense, o qué crea, o de qué raza sea, si la familia es buena para todos, independientemente de las circunstancias personales y de cada hogar.
Por lo tanto, hagamos una ley de familia, independiente de las ideologías, hagamos un pacto de Estado de Educación independiente de las ideologías, Y respetemos unos mínimos, y trabajemos para avanzar en aspectos que son buenos para todos, y los detalles ya serán de cada uno. Pero los aspectos mínimos que estén garantizados.
“Qué más da a quién vote cada uno, o qué piense,
o qué crea, o de qué raza sea, si la familia es buena para todos”
Terminamos. Podríamos pasar horas conversando con Javier Rodriguez, porque los temas son de calado. Basta por hoy detenerse en la web del Foro de la Familia, donde podemos encontrar numerosas ideas sugerentes.
El Papa acaba de proporcionarnos unas cuantas desde Italia. Por ejemplo, la primacía del don de la vida, que estamos llamados a transmitir; la sostenibilidad económica, tecnológica y medioambiental, por supuesto, pero también “sostenibilidad generacional”, subrayó el Santo Padre; y una solidaridad “estructural”, es decir, “no ligada a la emergencia sino estable para las estructuras de apoyo a las familias y de ayuda a los nacimientos”.
Entrevista de Rafael Miner
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