«Cuando hay un por qué vivir, se soporta cualquier cómo»
Viktor Emil Frankl, nació en Viena, el 26 de marzo de 1905, en el seno de una tradicional familia judía. Su padre, hebreo liberal, pero a la vez observante, con un característico sentido estricto de la justicia, del que heredó la racionalidad y el perfeccionismo, y su madre, en contraposición, mujer dulce y de buen corazón, de la que heredó su gran emotividad.
Desde muy pronto, el joven Viktor comienza a destacar por su precocidad intelectual. Con 15 años ya era un apasionado de la psicología experimental y el hipnotismo. Por esas mismas fechas, comienza una relación epistolar con Sigmund Freud que se prolongará durante varios años, y que culminó en 1924, cuando con 19 años publica su primer trabajo «Sobre el origen de la mímica de la afirmación y de la negación», en la Revista Internacional de Psicoanálisis («InternationaleZeitschrift für Psychoanalyse»), dirigida por el propio Freud.