En los últimos años el avance del laicismo se ha convertido en la principal amenaza a la libertad religiosa.
Y su principal blanco fue la Iglesia católica, con el 70% de los casos, durante 2016. Frente a estos ataques el Papa Francisco siempre ha hablado de la necesidad de fomentar "un diálogo constructivo".
Según un informe del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC), y que recoge el diario ABC, el año pasado se registraron 208 agresiones contra el derecho fundamental a la libertad religiosa, frente a los 187 del año anterior. De ese total, 147 fueron contra la religión católica.
El informe de OLRC los recoge caso por caso. Entre ellos figura la decisión del consistorio barcelonés de suprimir las celebraciones religiosas del programa de las fiestas de la Merced o la propuesta de Podemos para que la fiesta de San Fermín en Pamplona pase a llamarse El desfile del día grande.
Frente a estos ataques el Papa siempre ha hablado de la necesidad de diálogo.
En su discurso a los dirigentes de Brasil, en julio de 2013, reivindicó el “sentido ético” y el “diálogo constructivo” como herramientas principales de la política: “Diálogo, diálogo, diálogo”. El Papa daba una argumentación que bien vale para todos los países y pueblo: “El único modo que una persona, una familia o una sociedad crezca es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar y todos pueden recibir algo a cambio. El otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicios. Solo así puede prosperar un buen entendimiento entre las culturas y las religiones, la estima de unas por las otras sin opiniones previas gratuitas. Hoy, o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos pierden”.
Edgardo Calvente Farizano, en carfundacion.org.
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