Escribe Angel Expósito: La imagen de los vecinos de Roma entonando desde sus balcones el himno nacional de Italia es impresionante. Envidiable. Es un enorme chute de ánimo y autoestima provocado desde la propia sociedad italiana. Sencillamente, espectacular.
En este sentido, sinceramente, conviene recordar que España cuenta/contamos con una red sanitaria pública y privada envidiable en el mundo entero. Con unos profesionales perfectamente formados y con una vocación que no les cabe en el pecho.
Médicos, enfermeras, celadores y auxiliares, policías y guardias civiles, militares, farmacias, bomberos, Proteccion Civil... Servidores públicos que van a seguir estando muy por encima de la inmensa mayoría de nosotros. Así que, de entrada, gracias a todos ellos por estar ahí.
Como los transportistas, las cajeras de los supermercados, que no dan abasto, los reponedores, los vigilantes privados o los conductores del transporte público.
Creo que, en verdad, al resto de la ciudadanía nos están pidiendo muy poco esfuerzo. Tan solo que nos quedemos en casa.
Y me parecen vergonzosas las imágenes de los parkings de la sierra de Madrid llenas de excursionistas o las playas atestadas de turistas. Insisto: estamos en el mejor país del mundo para afrontar una crisis sanitaria mundial de esta categoría. Mucho peor lo pasaron nuestros padres y nuestros abuelos y mira dónde estamos.
Tan solo tenemos que estar a la altura.
Ni más ni menos. Con sensatez, inteligencia, solidaridad y responsabilidad. Sobre todo, responsabilidad. ¡Cómo me gustaría que el himno de España tuviera letra, como el himno de Italia, para ponerme a cantarlo!
PD: Y todo lo anterior, a pesar de nuestra política. Con un Consejo de Ministros que discute por cuotas de poder, aun en medio de esta movida. Y con un sistema administrativo y competencial en esta nuestra España de las autonomías que no entiende nadie con el mínimo sentido común.
Angel Expósito
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