domingo, 30 de octubre de 2011

New Age

El ser humano y no una genérica naturaleza es el que está en el centro de la Creación

   Hablar de la New Age (Nueva Era) es volver la vista atrás. Aunque este término se haya popularizado hace pocos años, hay que remitirse a los años setenta. Entonces se identificaba con la "contracultura" y, ahora, todo este movimiento ha sido asimilado por las tendencias dominantes. La Nueva Era se presenta como una falsa utopía para responder a la sed de felicidad del corazón humano, insatisfecho profundamente de la cultura y modo de vida actuales.

      No es una secta religiosa ni, propiamente, un movimiento. Se trata de una visión, de un deseo de cambio que agrupa a distintas teorías. A la New Age se han enganchado muchas ideas que no tienen una conexión explícita con el llamado "cambio de era" preconizado por los astrólogos. Es un sincretismo de elementos esotéricos y seculares que se presentan como alternativa al cristianismo.

      Como ya se ha comprobado, la matriz esencial del pensamiento New Age hay que buscarla en la tradición esotérico-teosófica que se puso de moda en círculos intelectuales europeos en los siglos XVIII y XIX. Estuvo especialmente presente en la masonería y el ocultismo. A esta visión se une, actualmente, una corriente de lo que alguien ha llamado "sacralización de la psicología", inspirada en Jung, que ha dado lugar a confundir psicología con espiritualidad.

      ¿Por qué se da todo esto ahora? Por la insatisfacción que produce vivir una vida tan materialista en la cultura occidental, por el rechazo de una visión racionalista, por el deseo de un cambio personal y social, por la existencia de un individualismo desenfrenado y porque el ser humano experimenta que su dimensión espiritual está arrinconada, está como aplastada.

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Carlota Sedeño Martínez
Camineo.info / Almudí

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