sábado, 18 de diciembre de 2010

La nación y el desarrollo de los pueblos

   El Cristianismo permite a cada una de las culturas reconsiderarse a sí misma y salir de sus propios límites y reduccionismos en cuanto que propone un mensaje de vocación integral de la persona humana

    El compromiso del católico en política se realiza en su tierra y en su nación, y con todo no Almudi.org - "La nación y el desarrollo de los pueblos"puede ser indiferente al más amplio horizonte universal de la comunidad humana. De hecho, sabe que todos los hombres pertenecen a una única familia. Se lo dice su religión y también su razón. El Cristianismo fue fundamental para el nacimiento de la idea de una única hermandad entre todos los hombres; antes no existía una verdadera y propia idea de universalidad de la comunidad humana. Una comunidad universal puede ser tal sólo como unión de los espíritus.

      Antes del cristianismo había existido sólo la propuesta del Estoicismo de hablar de cosmopolitismo, pero se trataba de una perspectiva aún cósmica. Existía un mundo universal pero no una comunidad universal. El mundo es un orden de cosas mientras que una sociedad es un orden de personas, de carácter espiritual. La idea de una sociedad humana universal tiene orígenes religiosos, comienza con la fe cristiana. Pero también la razón confirma esta idea, en cuanto que ve entre los hombres una igual dignidad y un único destino, a causa de su interdependencia, que se extiende hacia los extremos confines de la tierra. Por tanto, el católico en política verá su propio compromiso en un contexto más amplio, referido también al desarrollo de todos los pueblos, no solo a causa de la globalización en curso, sino por un motivo más profundo, el de la “globalidad”, la unidad del género humano.

      Nace así la preocupación por el desarrollo, un concepto central en la doctrina social de la Iglesia después que la Populorum progressio (1987) de Pablo VI lo planteara como problema global. Pero el concepto de desarrollo debe ser precisado. Éste tiene una dimensión intensiva y una extensiva. Por la dimensión intensiva, éste se refiere no solo a un aspecto de la vida humana, sino a todos, dispuestos en orden jerárquico según su importancia. Por la dimensión extensiva, se refiere a todos los hombres, sin exclusión de ningún tipo. Veamos mejor ambos aspectos. 

Giampaolo Crepaldi

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Monseñor Giampaolo Crepaldi es arzobispo de Trieste y Presidente del Observatorio Internacional Cardenal Van Thuân sobre la doctrina social de la Iglesia.
ZENIT /ALMUDÍ

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