El verdadero problema de los jóvenes –y también de mucha gente mayor– es nuestra desesperada confusión, ignorancia y cinismo acerca de aquello en lo que podemos confiar en este mundo. Lo explica este estupendo artículo sobre el compromiso, que os invito a leer.
Para que los jóvenes comprendan que vale la pena comprometerse en el matrimonio, tienen que entender la sustancia de la unión matrimonial, que no se reduce a los ritos formales. Así lo mantiene Zac Alstin en un artículo publicado en MercatorNet.com 6-12-2010).
Los jóvenes de hoy –entre los que me cuento– parece que no desean o no se sienten capaces de comprometerse, o por lo menos eso se dice. Pero esta descripción no responde a mi experiencia. Diagnosticar el problema como “falta de compromiso” no solo confunde el síntoma con la causa, incluso malinterpreta el síntoma.
Comprometerse significa confiarse uno mismo a algo o a alguien. El verdadero compromiso presupone confianza en el objeto de nuestro compromiso. Y ciertamente hay mucha confianza entre los jóvenes de hoy, pero no en los campos en los que esperamos o apreciamos.
En qué confían los jóvenes
En primer lugar, los jóvenes confían en el entretenimiento, y se comprometen con él de todo corazón. Juegos, películas, series de televisión, son objetos de auténtico compromiso. Esto es lo que implica ser un fan, un devoto o fanático. La gente dedica con gusto tiempo y dinero al entretenimiento en formas variadas.
Diagnosticar el problema como "falta de compromiso" no solo confunde el síntoma con la causa, incluso malinterpreta el síntoma
En menor número, los jóvenes también están comprometidos con los deportes. El nivel de compromiso manifestado en el apoyo a un equipo, o incluso con la propia participación a distintos niveles, demuestra un alto grado de confianza en el valor del deporte. En los niveles más altos, encontramos muchos ejemplos de jóvenes comprometidos con exigentes regímenes de entrenamiento, competición y resultados.
En tercer lugar, encontramos muchos jóvenes comprometidos en ciertas carreras profesionales, especialmente en profesiones vocacionales como medicina. ¡No subestimemos el idealismo y el compromiso de un estudiante de medicina! Muchos de ellos dedicarán hasta doce años de estudio antes de alcanzar la deseada especialización.
Entre las promesas y las separaciones
La gente joven –como la mayoría de la gente– se compromete con las cosas en que confía. Lo característico de la época actual no es el cambio en los patrones de compromiso, sino en los patrones de confianza. La gente parece no confiar ya en el matrimonio y por lo tanto no se compromete en él. ¿Es realmente sorprendente que los jóvenes no confíen en el matrimonio cuando las tasas de divorcio son tan altas? En Australia, la duración media de los matrimonios antes de la separación es de 9 años. De los matrimonios celebrados en el periodo 2000-2002 se espera que terminen en divorcio la tercera parte.
Los jóvenes de hoy –entre los que me cuento– parece que no desean o no se sienten capaces de comprometerse, o por lo menos eso se dice. Pero esta descripción no responde a mi experiencia. Diagnosticar el problema como “falta de compromiso” no solo confunde el síntoma con la causa, incluso malinterpreta el síntoma.
Comprometerse significa confiarse uno mismo a algo o a alguien. El verdadero compromiso presupone confianza en el objeto de nuestro compromiso. Y ciertamente hay mucha confianza entre los jóvenes de hoy, pero no en los campos en los que esperamos o apreciamos.
En qué confían los jóvenes
En primer lugar, los jóvenes confían en el entretenimiento, y se comprometen con él de todo corazón. Juegos, películas, series de televisión, son objetos de auténtico compromiso. Esto es lo que implica ser un fan, un devoto o fanático. La gente dedica con gusto tiempo y dinero al entretenimiento en formas variadas.
Diagnosticar el problema como "falta de compromiso" no solo confunde el síntoma con la causa, incluso malinterpreta el síntoma
En menor número, los jóvenes también están comprometidos con los deportes. El nivel de compromiso manifestado en el apoyo a un equipo, o incluso con la propia participación a distintos niveles, demuestra un alto grado de confianza en el valor del deporte. En los niveles más altos, encontramos muchos ejemplos de jóvenes comprometidos con exigentes regímenes de entrenamiento, competición y resultados.
En tercer lugar, encontramos muchos jóvenes comprometidos en ciertas carreras profesionales, especialmente en profesiones vocacionales como medicina. ¡No subestimemos el idealismo y el compromiso de un estudiante de medicina! Muchos de ellos dedicarán hasta doce años de estudio antes de alcanzar la deseada especialización.
Entre las promesas y las separaciones
La gente joven –como la mayoría de la gente– se compromete con las cosas en que confía. Lo característico de la época actual no es el cambio en los patrones de compromiso, sino en los patrones de confianza. La gente parece no confiar ya en el matrimonio y por lo tanto no se compromete en él. ¿Es realmente sorprendente que los jóvenes no confíen en el matrimonio cuando las tasas de divorcio son tan altas? En Australia, la duración media de los matrimonios antes de la separación es de 9 años. De los matrimonios celebrados en el periodo 2000-2002 se espera que terminen en divorcio la tercera parte.
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ACEPRENSA / ANÁLISIS DIGITAL
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