lunes, 25 de octubre de 2010

¿Celebrar o no celebrar Halloween?

Entrevista con Paolo Gulisano, autor de un libro sobre el tema.

   Grandes calabazas vaciadas iluminadas en su interior, como si fueran calaveras, esqueletos y sombrías figuras encapuchadas, risotadas escalofriantes y un estribillo obsesivo: ¿dulce o broma? Todo esto es Halloween, una moda, una fiesta, una nueva costumbre que se ha impuesto en los últimos años, gracias en parte a la persuasión del cine y la televisión.La fiesta de Halloween se ha metido incluso en las escuelas de países en los que hace tan sólo unos años se desconocía la existencia de la fiesta: en muchos centros escolares, desde la escuela primaria a la superior, los profesores organizan la fiesta junto a los alumnos, con juegos y dibujos. 

   El tema de Halloween ha sido afrontado en todos sus aspectos por el escritor italiano Paolo Gulisano, autor de numerosos ensayos sobre literatura de fantasía y sobre la cultura anglosajona. Junto a la investigadora irlandesa, residente en Estados Unidos, Brid O’Neill, ha publicado en estos días en italiano un libro titulado «La noche de las calabazas» («La notte delle zucche», editorial Ancora).

Para profundizar en el significado de la fiesta de Halloween, Zenit ha entrevistado a Paolo Gulisano.

–En algunos sectores, ante la expansión de Halloween, ha empezado a manifestarse una cierta preocupación. ¿Usted qué piensa?
–Gulisano: Es verdad. Hay quien ve en Halloween un retorno a formas de «paganismo» y quien en cambio ve un rito folclórico y de consumismo, una especie de inocuo carnaval fuera de temporada. El hecho es que nadie recuerda, no sólo entre los niños y jóvenes y a nivel mediático popular, la festividad cristiana que Halloween a la que está suplantando, Todos los Santos. El 1 de noviembre se ha confundido con la conmemoración de los Fieles Difuntos, que cae en realidad al día siguiente.

ZENIT
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2 comentarios:

  1. Halloween es una fiesta que no pertenece a nuestra cultura ni a nuestra tradición. Es una gran estupidez.

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  2. Es una patochada que no tiene encaje ni en nuestra cultura ni en nuestra tradición. Es una estupidez tan grande como la extensión de USA.

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