viernes, 15 de octubre de 2010

Objeción de ciencia a conciencia


    Buen artículo del Dr. Bernal sobre el debate del Consejo de Europa del viernes pasado y la reacción socialista a su dictamen

        Me avergoncé de mis amigos socialistas al ver la reacción exasperada, casi totalitaria, que manifestaron en la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa al perder el pasado 7 de octubre el debate sobre la objeción de conciencia de médicos y personal sanitario. 

        Se comprende el enfado nunca justificable, y menos en términos tan opresivos, porque pensaban que había sido suficiente la acción mediática a favor del informe de la diputada británica Christine McCafferty, que pretendía restringir el derecho a la objeción de conciencia, en particular ante el aborto y la eutanasia (esta última preocupa en el Reino Unido quizá más que la interrupción de la vida del nasciturus). Al contrario, la asamblea parlamentaria afirmó con claridad que «ningún hospital, institución o persona puede ser sometido a presiones, considerado responsable o sufrir discriminación alguna por su rechazo a realizar, acoger o asistir a un aborto o un acto de eutanasia».

        Más entiendo algunas reacciones de otro signo ante recientes papeles del entorno de "igualdad". Porque puede sacar de quicio la ligereza con que desde organismos públicos se destrozan conceptos elementales de las ciencias biológicas o jurídicas por el objetivo ideológico de transformar deseos en derechos.

        Me parece importante la decisión del Consejo de Europa sobre la objeción de conciencia. Pero, como tantas veces repitió en Italia la asociación Scienza & Vita, va por delante la "objeción de ciencia", que se niega a aceptar la ignorancia y más aún las falsificaciones de datos empíricos. No sé mucho de biología, pero lo suficiente para conocer el proceso vital. Algo más conozco del derecho, porque estudié la parte general con el mítico Federico de Castro en Madrid. Curiosamente, en el examen final me tocó una pregunta sobre la viabilidad del nasciturus, y salí francamente bien parado. Hay que tener mucha desfachatez para difuminar los requisitos que, para ser persona ante el derecho, exige el Código civil al nacido con figura humana (es decir, a un ser humano).

ALMUDÍ
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PUEDES LEER TAMBIÉN EL ARTÍCULO DE DR. OLLERO: Objeción de los médicos de AP: AQUÍ

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